“¿Qué es la vida? Un frenesí. ¿Qué es la vida? Una ilusión, una sombra, una ficción; y el mayor bien es pequeño; que toda la vida es sueño, y los sueños, sueños son”.
Pedro Calderón de la Barca (1600-1681)
Soñé que la realidad, nuestra realidad, no era más que un sueño.
En donde despertaba topando con las blancas paredes de tu alcoba, tu ropa desperdigada por los muebles y un culotte sobre el picaporte…
Quería escribir, tu sola presencia es el motivo de la conjunción de mundos ciclotímicos que confluyen en tus pequeños senos.
Aún te recuerdo paciendo dormida con los aires de Daract, buscando su sitio en tus fosas nasales, tu piel era tan blanca que la luz de alba me pareció indigna de alumbrarte… llegué a sentir que mis ojos pecaban al observarte.
Eras tan blanca que te tomé por papel y sobre tu espalda escribí sobre noches y barras de bar.
Mientras lees haz la pausa de aquellos que imaginan, recuerda tu piel profanaba por mis dedos, que suben y bajan, dibujan símbolos en tus largas piernas, párrafos en tu abdomen.
¿Sientes el escozor, el escalofrío de placer mientras mi dedo baja por tu columna?
Sobre el inmaculado papel del alma de una mujer sólo se puede escribir una íntima poesía.