Porque ya te has ido,
en la mala hora caduca
que mi boca estuvo a punto
de gritarte que te amaba.
Porque ya te has marchado,
a un horizonte lejano
que comparte la misma Luna
más no el lamento enamorado.
Porque ya no estás,
quise brindarle un beso a Bogotá.
Para que te cuide en las horas de soledad
y te abrace al arropo de sus frías brisas,
y te cuente que a mi otoño no se le caen las hojas,
y te acerque mis melodías que se han vuelto sordas.
Para que te lleve de la mano por los verdes pastos,
y te refresque las sonrisas con su alba celestial,
para que sea mi cómplice al hacerte regresar,
hoy quiero brindarle un beso a Bogotá.
Beso de los olvidados