El día que las más brutales pesadillas invadieron mi realidad

El día que las más brutales pesadillas invadieron mi realidad

El día que las más brutales pesadillas invadieron mi realidad

Habían muerto de manera brutal, evento sucedido en la sala de una casa en los suburbios Gris de Big-Metrópolis; la escena era difícil de describir. Acudimos al llamado de una vecina preocupada por los demás, dos jovencitos que había visto anteriormente ese día cargando una mochila con apariencia extraña por la forma tan ancha que tenía, comentó y agrego de inmediato al escuchar gritos que provenían del interior del hogar acompañados de una voz espantosa y profunda —demasiado aterradora y sobrenatural para dar detalles específicos—, sólo declaró con acentuación que le había calado los huesos y el alma; eran las siete de la tarde cuando recibimos el llamado desesperado entre los sollozos de la mujer. Cuando llegamos fue muy tarde, los cuerpo de los dos chicos sospechosos habían explotado desde adentro, el torso se deshizo por completo y las sangre había manchado todas las paredes, había un tercer muchacho que se veía tirado en el suelo encima de una especie de pantagrama dibujado con colores rojos acompañado de símbolos ilegibles. ¿Cómo sé que era un pantagrama y no un pentagrama? Es fácil, muchos casos de este tipo se han consolidado en Big-Metrópolis y parecen que todas hacen referencia a Pineguards.

Esto me parece así, no por disertaciones vagas que saqué de mi perturbada mente por tantos asesinatos que he visto y los cuerpos en situaciones deplorables, en realidad, me gustaría que así fuera; la verdad es que se debe a distintas historias de este tipo con las que me he topado, todas parecen seguir el mismo patrón: un símbolo extraño y unos “inocentes chicos”, los cuales siguen un extraño mito, de hecho, algo muy común en estos casos —aunque no es de manera general—, es encontrar una especie de referencia entre sus mensajes de texto y algunas notas que las personas padecen debido a “cosas fuera de lo común”, hablan sobre un libro negro y otras tantas ridiculeces sobre los seres del pecado.

Pineguards es un bello pueblo que existe cerca de esta ciudad, muy conocido por el punto paradisiaco que representa, unas tierras tranquilas con sus riachuelos y cenotes escondidos, ahora cuando se imagina ese lugar resguardado por bosques interminables en las montañas que bordean de manera circular al pueblo puede uno percatarse de por qué tanto bullicio alrededor de él; para llegar se requiere subir la carretera 92 y descender al pueblo el cual tiene un peculiar zócalo con edificios del estilo neogótico y un poco de barroco, todo lo demás son cabañas que rodean el fantástico centro; sin embargo, detrás de la belleza que hay muchos asesinatos han sido registrados por al policía local y muy pocos son solucionados. Se piensa que todo esto se debe a una forma de alimentar la imaginación colectiva de la gente que está ahí, en parte, la gran carga turística se debe a las historias que circulan en boca de todos y en Internet sobre seres misteriosos que declaran ser de otras dimensiones y universos que convergen aquí, en este pueblo del horror, aunque muy pocos han dicho que se trata de un lugar que es el acercamiento a Dios, que uno puede sentir esta vibra positiva.

Yo no creo ninguna de las cosas anteriores, sólo me enfoco en todo lo que veo, y lo que hay son grandes desórdenes mentales en los pequeños que tienen contacto con estas historias, muy parecidos a los protagonistas de tan peculiares cuentos. Lo más grotesco del asunto es cuando se comienza a indagar sobre la vida de los niños y la razón del homicidio, porque después de los esfuerzos que los forenses hagan, de todas las cartas que deseen sacar de su manga, no encontrarán ninguna adecuada, ninguna pieza que encaje exactamente en el caso, las muertes suelen ser como ésta, fantásticas excepto por la víctima o las víctimas que son asesinadas por el arma de papi, los cuchillos de mami y en casos extremos, con las manos y dientes de los jovencitos.

Bien, al confiscar algunas conversaciones en redes sociales y algunos testimonios sobre los padres tan preocupados se puede observar el desentendimiento de los adultos, parientes cercanos y de los tutores sobre los chicos, siempre existen excusas tan repetitivas como: “ya no le conocía, entiéndame, traté de darle lo mejor a este chico y no entiendo de dónde sacó esa forma de ser”, “creí que todo iba bien con mi hijo, le veía tan tranquilo como usualmente era… Soy un estúpido por no darme cuenta”. Las redes sociales plagadas de basura que aseguran ser de confidencia ocultista, son simples grupos de hombres mayores que desean introducir cuanta cosa encuentren en jóvenes inocentes… Me da asco ver tanta porquería en toda la red, plagada de insinuaciones sexuales, de abusos o excesos contra la libertad de otro.

Por otra parte, las conversaciones que tenían estos y otros más chicos entre la gente de su confianza trataban —destacadamente fuera de lo rutinario y de floreos—, por lo general, de conseguir el poder, de hacer justicia por mano propia o de conseguir un bien común, ya sea para los compañeros de clase, para algún enemigo o los padres. ¿Qué tan faltos de empatía estamos en esta época?, y es que es cuando los padres lloran después de esos testimonios que dan hablando de sus hijos como si hubieran sido ángeles caídos del cielo. La crueldad de la realidad llega cuando estos sujetos o “niños” que crearon el asesinato salen ilesos de sus crímenes, son llevados ante el juez quien, como todos los demás, termina impresionado por la expresión de satisfacción de estos muchachos, pues ellos creen haber hecho lo correcto.

No creo en las historias de Pineguards, mas no indica que no me intriguen, el hecho de que las víctimas mueren de maneras misteriosas y triviales sacadas de cuentos de terror junto a otras cuantas evidencias que la gente nos hace llegar sobre sombras poco usuales y voces del más allá me hace preguntar: ¿los monstruos ya existían y nos moldean? ¿o somos nosotros quienes nos moldeamos para hacernos monstruos?

No lo sé, sólo se trata de un caso más que como los millones que hay y que he visto sobre esto de Pineguards, quedará callado, quedará resguardado por falta de evidencia y será olvidado… Igual que la empatía que los seres humanos alguna vez tuvimos.

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