Al despertar te veo recostada a mi lado
y llega a mi alma un sentimiento de felicidad y gratitud interminable.
Al verte dormida llega a mi memoria la primera vez que te vi
cuando aún no pasaba por mi mente la idea de hacerte parte de mi vida;
van llegando los recuerdos de cada momento compartido:
cuando nos conocimos,
la primera vez que te hablé
la primera vez que te besé
la primera vez que te hice mía.
Me fuiste encantando.
Me fuiste enamorando
a tal grado de querer ser el último en tu vida, el único.
Verte recostada, tan tranquila, tan hermosa
Me llena el corazón y me da fuerzas para seguir.
Con sólo verte a mi lado -sabiéndote mía- tengo para continuar buscando lo mejor para ambos.
Despiertas, me ves y me descubres admirándote de nuevo;
sonríes con esa lindura que te caracteriza y sin decir nada te acercas a mí y me regalas un beso
envuelto en tu aroma peculiar.
Te levantas y mientras te vas, visualizo tu silueta para no perder ningún detalle de tu belleza
y pienso que no tengo derecho a pedirle más a la vida.
Le agradezco habernos cruzado,
agradezco el momento en el que dijiste que sí.
Te compartimos 4 poemas de amor para que sepas que te quiero a ti, con todo y sigas viviendo el amor con la pasión e ilusión de las mañanas luminosas.