¿Cómo saber si lo que sentimos es real? ¿Si aquella persona que nos completa existe?:
No he podido en todo mi paso por el mundo comprobar que el amor no existe. Pero he dedicado todas las horas posibles a amar todo lo que vive.
Amo el viento que despeina mi cabello, amo la luz que se cuela al despertar.
Pero por sobre todas las cosas amo cómo mi mirada se dilata al verte, como todo mi ser reacciona al sentirte y venero cada vez que mi espíritu viaja con el tuyo.
Vivo rodeado de sombras que me conforman y he logrado amarlas.
Adoro cada sonido que resguarda mis sueños. Amo las letras y el lenguaje que de mi voz y de mi puño es benévolo, pero amo más el lenguaje de mi cuerpo, de mis silencios, de mis ojos.
Amo los instantes breves y los segundos eternos en los que parece que la vida se detiene.
Amo esta bomba que tengo en medio del pecho, es tan asombrosa que puede estallar ahora o un día cualquiera si se inflama de dicha o de furia.
Y bueno, ¿comprobar que el amor no existe? No es posible.
En cambio, puedo ofrecer la suma y resta de cada vez que mis ojos han sentido la necesidad de capturar algo eternamente, de cada vez que mis manos se han detenido para proteger una forma, sólo puedo ofrecer mis respiros que se agitan y se detienen en el mismo instante por algo maravilloso que nace desde el centro y multiplicarlo por todas las veces que mis piernas se llenan de un temblor majestuoso…
Para afirmar y comprobar que el amor existe, que late en cada pecho, que vive en la memoria de un ojos, en el olvido de un camino, en el trabajo de unas manos.
En todo mi paso fugaz por este universo he podido comprobar que el amor existe.
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Si también eres de las que siente demasiado, estas frases te ayudarán a entender la pasión y erotismo de las mujeres enamoradas.
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Las fotografías que acompañan al texto pertenecen a Angie López.