Hay amores que no conocen el final, y el siguiente poema es una muestra de ello…
Has vuelto a necesitarme,
una vez más te han fallado las estrategias para olvidarme,
no podemos reemplazarnos,
un amor así no desaparece al esquivarnos.
¿Recuerdas cómo fuimos?
pienso en aquellos dos chicos enamorados,
consumidos por ese beso que dirigió el camino
al primer “te amo”.
Y me enamoré, nos enamoramos.
me enamoré de los lunares en tu cuello.
Maldigo tus palabras, maldigo los recuerdos,
maldigo lo mucho que disfruto pertenecer a tus labios.
Hoy jugamos a no querernos
mientras rozamos sin querer nuestras manos
busco la manera de ser inmune a tus abrazos
mi interior se estremece entre cielos estrellados
y esa forma de mirarnos,
mentira sería fingir que no nos damos cuenta de que aún nos deseamos.
Pero nos seguimos despidiendo,
lo hemos hecho tantas veces
que el “adiós” poco a poco vamos desgastando.
Deja de engañarla, deja de engañarte
tus besos me pertenecen a mí,
inevitablemente siempre volverás.
El nuestro es un amor tan grande
que no me resta ya ni un sólo pedazo
para volver a amar sin extrañarte.
Estamos perdidos en un círculo vicioso al fingir olvidarnos,
ignorarnos, mentirnos, separarnos
mientras giramos sin sentido en este carrusel, un carrusel de despedidas,
te vas, te despides,
me voy, me despido,
a pesar de que cada vez que nos vemos
pareciera que hasta el tiempo nos ha echado de menos.
**
Los corazones rotos se curan con paracetamol, con lágrimas y esperanza de que un día mejor puede llegar con sonrisas nuevas y rostros genuinos cargados de verdad, por esa razón te compartimos poemas para reconfortar el alma.
**
Las imágenes que ilustran el texto pertenecen a la artista Laura Zalenga,; conoce más sobre su trabajo en este link.