Inocente:
No salgas, aprende las mañas del mundo, no para ejercerlas sino para distinguir y protegerte;
sonríe a todo, no como el ingenuo, sino con aire de quien sabe apreciar, y precisa , por supuesto, de apreciar.
Inocente:
No salgas aún, no sin saber que tienes en los ojos bondad, y que se puede confundir con credulidad; alza vivaz la mirada, cual soñador que no ignora el cielo.
Inocente:
Espera un poco, aún no salgas.
Encuéntrate antes en el espejo e identifica la salida de emergencia
que está en las manos propias; que el miedo puede ser aliado, que la cobardía no justifica nada.
Inocente, ahora ya sal y cómete al mundo, no con hambre, pues el hambriento hace malas compras, sino como quien sabe degustar y precisa, por supuesto, degustar.
Ve y cómete al mundo,
antes de que el mundo te coma a ti.
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Necesitamos gente que no le tenga miedo a la autenticidad, así que mira a lo lejos, ese punto que apenas puedes mirar es la meta, el horizonte es el camino…
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Las fotografías que ilustran el texto pertenecen a la artista Rosie Hardy, conoce más sobre su trabajo en su cuenta de Instagram.