“Nuestro destino nunca es un lugar, sino una nueva forma de ver las cosas”. Con esta frase el novelista Henry Miller propone que el verdadero viaje personal está en el cambio. Una crisis existencial no puede ser llamada tal si tras hacernos por enésima vez la pregunta “¿qué hago con mi vida?”, nuestra mente no nos lanza súbitamente hacia la alternativa más radical y opuesta. Si tenemos el cabello largo, queremos cortarlo para ver si el cambio nos muestra hacia dónde debemos dirigirnos. Cambiamos de imagen, de hábitos, de pasatiempos y hasta de rutas, pues en la más mínima variación puede estar la clave de la felicidad. Todos los días se vuelven lunes, pero en el buen sentido, pues surgen como una oportunidad para arreglar aquello que nos trae insatisfechos.
Sin embargo, hay ocasiones en las que la crisis es tan fuerte que no sabemos qué parte de nosotros debemos reparar o cómo hacerlo de la mejor manera, así que es allí donde entra en escena la mejor cura: viajar. Ya sea que salgas del país, visites un pueblo alejado del ritmo citadino o simplemente cambies de escenarios en tu día a día, los viajes pueden mostrarte nuevas perspectivas sobre ti mismo y lo que te rodea. Y no creas que al decirte ésto estamos encontrando el hilo negro. El viaje como un proceso de autodescubrimiento ha sido tema en la Literatura desde hace mucho tiempo. Como ejemplo de ello, aquí te presentamos tres libros cuyas protagonistas deciden recorrer caminos nuevos en búsqueda de sí mismas.
1. Elizabeth Gilbert: el viaje para descubrirlo todo
“Comer, rezar, amar” es el libro basado en la historia real de Elizabeth Gilbert, una mujer neoyorquina que parecía tenerlo todo: una exitosa carrera como escritora, un hogar, un esposo; sin embargo, tras darse cuenta de que a sus 32 años de edad no era realmente feliz, decide divorciarse y tomar un año sabático para viajar alrededor del mundo. En su viaje a Italia aprende a disfrutar la vida a través de la comida, en la India encuentra su espiritualidad haciendo votos de silencio y rezando, y finalmente en Indonesia encuentra el balance de todo lo aprendido y, como corolario sorpresivo de su viaje, conoce a un hombre que se convierte en el amor de su vida. Su adaptación a la pantalla grande en 2010 —con Julia Roberts en el papel protagónico— catapultó esta historia como el viaje ideal para encontrarse a sí mismo.
2. Lizzie Bennet: el viaje para crear casualidades
Elizabeth Bennet es la protagonista de la novela “Orgullo y Prejuicio” (1813) escrita por la autora inglesa Jane Austen. Después de rechazar las propuestas de matrimonio del orgulloso Señor Darcy, los tíos de Lizzie la invitan a pasar un tiempo con ellos en Derbyshire; sin embargo, la casualidad vuelve a reunir a Darcy y Bennet, esta vez en un escenario que resulta extraño para ambos. Esta oportunidad aviva la atracción entre ambos y, a su vez, revela una versión más amable de Darcy. Ahora bien, lo anterior no quiere decir que debas forzar encuentros durante tus viajes. Pero si en tu recorrido te encuentras con alguien conocido, quizás sea una señal para apreciar otros aspectos de su persona. El viaje representa también la posibilidad de abrir tu mente y voltear a ver aquellos que había pasado desapercibido.
3. Kate: el viaje que empieza en el interior
En “El noviembre de Kate” (2016), Mónica Gutiérrez nos presenta a una protagonista desmotivada, estancada y en plena crisis existencial. Kate vive sola en una ciudad de Inglaterra, alejada de su familia y de las relaciones amorosas pasa sus días enfrascada en un trabajo que no le interesa. Hasta que llega un momento en el que la invitan a participar en un programa de radio en una ciudad vecina, es aquí cuando comienza su viaje. Tras terminar el programa de radio, todos los viernes Kate visita un bar en el que conoce a un grupo de amigos y a Don Berck, su interés amoroso. En medio de una tormenta se ve obligada a compartir momentos con la familia de Don. A través de su prosa, la autora española transmite la calidez que emana y envuelve a Kate en la casa de los Berck. Sus palabras te transportan a los desayunos en la cocina familiar y te llevan a reflexionar lo importante que es contar con alguien en los momentos más duros. Si bien se puede decir que Kate no salió de su país, su viaje comenzó desde dentro, pues se atrevió a hacer cambios en su rutina que al final la hicieron encontrar el curso de su vida.
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Si quieres conocer los testimonios de las mujeres que viajaron solas y cambiaron el curso de sus vidas, aquí te dejamos este artículo. Además te recomendamos estos libros que deben leer todos los que aman los viajes.