El texto que se reproduce a continuación fue escrito por el joven poeta venezolano Orlando Leoni. En él traza nuevamente un mapa en su territorio imaginario, donde habita el erotismo y el amor de una forma sublime.
Tuyo pero libre
Viniste a mí con tu estela de flores, tus manos inquietas y tus labios mojados.
Viniste para quedarte entre mis piernas y mis brazos,
enquistada en mi pecho y mi sangre,
el aire que respiro en la libertad de ser tuyo.
Llegaste para acabar con los restos de mi ansiedad turbulenta,
devorar mis mundos efímeros,
hacerlos un cubo de ilusiones partidas como el espejo que encuentra la pedrada,
al vuelo y en segundos: una dimensión hecha trizas,
fragmentada por el impacto de tu cuerpo dormido.
Llegaste y respiraste.
Llegaste para quedarte a mi lado.
Soy todo tuyo con los brazos abiertos, mirando el sol,
hablando solo y en murmullos.
Culminó la espera dividida,
se abrió el cielo hacia arriba y en detrimento de los labios,
los tuyos que son míos y que se derriten con mi saliva,
brocha de lengua dura,
sin control zeta, sin repeticiones.
Viniste, viste y venciste.
Viniste para quedarte, estatua de amor sin homenajes desiertos,
sin palomas cagándole el sombrero ni rayos UV destiñendo su fuero.
Llegaste para quedarte,
a mi lado,
por toda la eternidad,
ni un día más ni un día menos.
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Las imágenes que acompañan al texto pertenecen a Cvatik.
Puedes apreciar más de su trabajo fotográfico aquí.
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Después de terminar una relación tormentosa nuestro corazón es una delgada pluma, frágil y pequeña, pero estos poemas te demostrarán que luego del desamor somos voluntad.