Cuando te atreves a volver a amar todo parece ir mejor; observas los pequeños detalles, aquellas cosas que ignorabas, algo tan simple te hace sonreír y de eso se trata, de ser feliz. A continuación te presentamos un poema que nos invita a volver a amar ciegamente, con fuerza y sin miedo:
Volví a caer entre estas redes suaves y acogedoras,
de las que ahora no quiero salir más.
Es como el beso que me das algunas mañanas al despertar,
o aquellas cosquillas que me hacen sonrojar.
Creo que esto es tan simple describirlo,
pero uno se enreda en su descripción,
puede ser porque estás envuelto en tantas emociones,
que no sabes por dónde empezar.
Volví a abrir los ojos y mirar aquellas nubes con forma de corazón,
a sentir mejor la arena en la playa,
y ver mejor el oleaje al volver a caer.
Escuchar el sonido del canto de los pajaritos al amanecer,
ver mejor los colores del amanecer.
***
Te puede interesar:
A veces hay que mentir para volver a amar
El poema que debes leer si ya decidiste no volver a amar