La violencia puede presentarse de maneras distintas, tanto verbal como física, por lo que a veces es difícil reconocer que estamos en una relación en la que el otro ejerce poder sobre nosotros; sin embargo, es necesario estar siempre atenta a las señales que nos indican que algo no está bien…
Vuelve con tu ex, vuelve con él, anda por favor, necesitas ser feliz.
Vuelve con tu ex, ese que te hacía vivir momentos de felicidad, pero por cada uno te daba dos momentos de rabia y dolor, en los que escurrían lágrimas por tus mejillas ensuciando tus ojos grandes, nublando tu vista.
Vuelve con tu ex, el que te dejaba sola en el cine por berrinche, comiendo palomitas, conteniendo tus sentimientos, pidiendo, rogando, rezando porque entrase de nuevo a la sala.
Vuelve con tu ex, aquel que levantó la mano contra ti, quien intentó lastimarte y te dejó una herida, aunque no se compra con las muchas que ya te había dejado dentro del corazón, en tu memoria, en su recuerdo.
Vuelve con tu ex, el que está alojado en tu piel, quien con su esencia inunda tus memorias y con su sabor llenó tu boca; el que por cada golpe te daba una caricia, por cada lágrima un beso y por cada blasfemia un te quiero.
Vuelve con tu ex, nadie te lo impide, vuelve a la misma vieja historia en la que 6 años parecen pesar mucho, dos de felicidad y cuatro de maltrato, en la que prefieres repetir la historia en lugar de cambiarla.
Vuelve con tu ex, señor de la indiferencia y el desazón, aquel que supo meterse hasta el fondo de tu corazón sólo para comenzar a destruirlo desde dentro.
Vuelve con tu ex, el que te hizo sentir menos hasta lograr aceptar el amor que erróneamente crees merecer, el que tomó la indiferencia como estandarte y no supo sentir tus momentos de sensibilidad, el que pudo amar más con los demonios que con las virtudes, el que no supo entender que a través de las virtudes se controla a los demonios.
Vuelve con tu ex, vuelve a que te lastimen, a que te vuelva a humillar cada día a su lado, vuelve a los días en los que dos horas eran felicidad y veintidós eran sufrimiento. Cada quien elige la gloria a su manera, vuelve con tu ex para que te lleve al lugar donde piensas serás feliz.
Vuelve con tu ex que yo estaré esperando, cumpliendo mi promesa, siguiendo con las puertas abiertas para que, cuando necesites un abrazo, consuelo, un consejo, yo pueda estar para ti.
Vuelve con tu ex que yo aprenderé a ser feliz, yo intentaré serlo, no te preocupes por mí que un te quiero, un amigos y un hasta pronto serán suficientes, serlo, sentirlo, decirlo, serán cosas muy distintas ahora.
Vuelve con tu ex, que cada noche que pases en vela rezaré por tu ausencia, para que seas feliz, para que no llegue esa escala de violencia, para que se dé cuenta de la clase de mujer que lleva por novia, a quien toma de la mano, a quien besa cada noche antes de dormir, para que sepa que un caballero, antes que lastimar a su dama, debe proteger de dragones, ver por su felicidad antes que la suya.
Vuelve con tu ex, que este caballero falló en la misión de protegerla de tan terrible bestia, pero que estará día y noche esperando su regreso, como un caballo tras una batalla, como un hijo tras la partida de su padre. Ve feliz que yo estaré detrás de ti para cuidarte, vuelve con tu ex.
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Al involucrarnos en la relaciones en las que la violencia se muestra al inicio de forma pasiva nos es difícil reconocerla, pues nuestra parea comienza a manipularnos para distorsionar la realidad, por eso estos poemas para las mujeres que conoce el dolor del fracaso te ayudarán a identificar lo que te está pasando.
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Las fotografías que acompañan al texto pertenecen a Sarah.