El amor no siempre es lo que esperamos, como lo comparte Ivonne Méndez en su siguiente poema:
Yo no quería salir contigo los domingos,
quería quedarme acostada hasta tarde,
ver pasar la vida en pijama.
Escoger otro día para verte,
no usar la ducha y desayunar té.
Que no me llevaras flores,
que no me regalaras serenatas.
Evitar los lugares románticos,
desgastar el televisor con bobadas,
tomar una siesta de medio día.
Que no hiciéramos planes,
regocijarme en el sillón con dulces,
ordenar una pizza para no cocinar.
Pero tú querías salir los domingos
para tomarme de la mano y coquetear.
Ir al cine y verlo vacío,
alagarme con palabrerías baratas,
susurrarme despacio tus silencios,
sujetar mi cintura con tus dedos largos.
Llenarme de amargos besos,
interrumpir mi tranquilidad,
llevarme a restaurantes cotidianos,
respirar mi aliento amargo,
contestar con monosílabos,
desabrochar mis esfuerzos por no explotar,
ser cómplices de algo fugaz.
Todo eso querías que fuéramos los domingos.
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Cuando iniciamos una relación estamos entusiasmados y tenemos la esperanza de que funcione para toda la vida; sin embargo, no siempre es posible, como lo dice el cuento “Quería que te quedaras pero una parte de mí sabía que lo bueno dura poco” con el que te sentirás identificada.
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Las fotografías que acompañan al texto pertenecen a Amos Haley.