El Centro Mexicano de Innovación en Bioenergía (CEMIE-BIO), trabaja en un proyecto técnico y económico para la producción de bioetanol extraído de las melazas del agave azul tequilano en la campiña jalisciense, que está siendo clasificado por áreas especializadas en materia energética, informó el doctor Héctor A. Ruíz, investigador del Grupo de Biorefinería de la Universidad Autónoma de Coahuila (UADEC).
A través de la Facultad de Ciencias Químicas, la investigación analiza y documenta los resultados experimentales y las simulaciones tecnoeconómicas del agave como fuente de biorefinería con el fin de abrir paso a la producción de combustibles orgánicos y amigables con el medio ambiente.
Agave azul como alternativa ambientalista en combustibles. (Foto: Twitter)
«Los altos niveles de polución provocados por los combustibles convencionales exigen la generación de alternativas energéticas. Por ello la iniciativa de este proyecto de procesos hidrotérmicos», explicó la colaboradora del proyecto y maestra en Ciencias, Lidieth Aguilar Pérez.
¿Por qué agave?
Según Aguilar Pérez, el agave contiene microorganismos fermentables los cuales producen bioetanol que al ser sometidos a procesos hidrotérmicos, amigables al medio ambiente, se prehidroliza (proceso de refinación) el sustrato retratado y se obtiene la materia energética.
«Este proceso de transformación de biocombustible es viable específicamente con el agave azul, proporcionado por la unidad tequilera de Ciatej en Zapopan, Jalisco», informó la doctora Aguilar.
Posterior al proceso de hidrotérmica, se realizan pruebas y estudios tecnoeconómicos para la producción del bioetanol tequilero. Aguilera explicó que para ello hicieron simulaciones a través de un software comercial en una planta de biorefinería donde se obtiene el estrato energético.
El costo más bajo de este combustible sería de 0.5 dólares el litro. (Foto: Periodico.mx)
En términos económicos y de producción, existe una gran viabilidad para producirlo masivamente, ya que el bagazo de agave es uno de los residuos más abundantes y ricos del país, sin mencionar que la industria tequilera mexicana es la más grande del mundo y la más próspera en el mercado de bebidas alcohólicas a nivel nacional, produciendo miles de toneladas anualmente.
Según la Secretaría de Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación (SAGARPA), la industria tequilera de México se ha expandido a 98 países con ventas que alcanzaron los 196 millones 736 mil litros solamente en 2016, con un valor de 203 millones de dólares.
Y es que para la doctora Aguilera todo el agave es consumible y aprovechable, donde el 40 % es tratado como deshecho. «Esa parte sobrante no es aprovechada debidamente, de ahí surgió la idea de utilizar el residuo para la obtención del bioetanol».
¿Qué sigue?
Los resultados con respecto a la pureza del biocombustible ecológico es que el 85 % del residuo pretratado se utiliza para la conversión de la glucosa al bioetanol. «Observamos el impacto de las biorefinerías y sin duda la glucosa de las melazas del agave como subproducto disminuye considerablemente los costos de producción de bioetanol».
También evaluaron los posibles escenarios para la producción del bioetanol; desde el tamaño de la planta, costos de materia prima, hasta cómo fluctuar los precios de bioetanol por litro. Aguilar detectó que los precios del combustible serían muy competitivos en comparación con la actual gasolina. «El costo más bajo de bioetanol es de 0.5 dólares el litro y el más alto 1.5 dólares el litro».
Se están creando escenarios a futuro para la instalación de plantas de bioetanol. (Foto: ABW)
Estos datos fueron lanzados por el CEME-BIO para su evaluación, para ver su comportamiento en el mercado de combustibles. Lo que sigue es analizar la sustentabilidad de la planta productora para evaluar el impacto social, ecológico y ambiental.
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