Tras el primer debate presidencial, la actualización de las encuestas de varios medios de comunicación (nacionales e internacionales) no se vieron alteradas de forma significativa. Hasta ahora, tomando en cuenta los resultados de Oraculus y Bloomberg, el candidato de la coalición “Juntos Haremos Historia”, Andrés Manuel López Obrador (AMLO) sigue al frente con un promedio de 44.5 % de la intención de voto.
De acuerdo con la segunda medición de abril (realizada del 25 al 27) de las encuestas de El Universal, por citar otro ejemplo, arrojó lo siguiente:
Tomando en cuenta estas cifras, el panorama luce un poco desalentador para el candidato de la coalición “Por México al Frente”, Ricardo Anaya y segundo lugar en las encuestas. Es por eso que desde este lunes, algunos medios empezaron a especular sobre una posible alianza entre el frentista y José Antonio Meade, de la coalición “Todos por México” pues esa sería la única manera en la que podrían vencer al líder de Morena (si las encuestas se mantienen, más o menos, como están hasta las elecciones del primero de julio).
Los rumores se basaron en una declaración que hizo Anaya el viernes pasado durante una plática con consejeros consultivos de la empresa bancaria Citibanamex, cuando dijo que existía la posibilidad de unirse hasta con el presidente Enrique Peña Nieto, de ser necesario, y para impedir el triunfo de AMLO; movida que provocó que le saliera el tiro por la culata. De acuerdo con El País, dicha sentencia provocó una serie de críticas:
El comentario de Anaya ha desatado una marabunta de reacciones entre quienes ven una incoherencia con sus declaraciones de hace unas semanas en las que prometió que, en caso de lograr la victoria el 1º de julio, metería a la cárcel a Peña Nieto si se comprobase que ha cometido casos de corrupción.
Y para remediar su error, este lunes, el abanderado del Partido Acción Nacional (PAN) se echó para atrás y dijo que siempre no, que «bajo ninguna circunstancia» haría un pacto de «orden cupular» ni con Peña Nieto ni con los líderes del Partido Revolucionario Institucional (PRI), pues no cree en ese tipo de «acuerdos» sino en el voto útil.
Y en eso coincide José Fernández Santillán, analista político del Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Monterrey (ITESM), quien dijo para Sin Embargo que cuando hay un enemigo mayor, no se descarta la posibilidad de pensar en una alianza entre el PRI y el PAN, aunque eso «no sería suficiente para ganarle a López Obrador porque no es solamente la suma de votos», sino que también necesitarían «desenmascararlo».
Sin embargo, Fernández señala que hay una franja entre los partidarios de López Obrador, que más o menos será como un 30 por ciento, que todavía puede cambiar su voto, así que nada está definido todavía, aunque la estrategia del “PRIAN” no es nueva: (El PRIAN) nació con Carlos Salinas de Gortari para llevar al cabo reformas constituciones porque ya no le alcanzaban los votos del PRI.
Diego Fernández de Cevallos, Luis H. Álvarez y Carlos Castillo Peraza fueron los que negociaron esta vinculación y este apoyo.
Pero para algunos analistas, ni esa alianza le alcanzaría a Anaya para derrotar a AMLO. Una de ellas, Viridiana Rios, dice para el rotativo español: «que dentro del anayismo quepa ahora el PRI, en cierta forma, le da la razón a López Obrador de que existe un grupo político que hará todo lo posible para que no logre la victoria».
Por su parte, la politóloga Denise Dresser concluye:
El Frente nació con el objetivo de ser antisistémico, de acabar con el régimen. Al ver que el PRI se desploma y de que Anaya no se consolida como antisistémico, va a dejar de ser un Frente anti PRI para ser un Frente Anti López Obrador, dando a entender que él representa el cambio responsable ante la incertidumbre.
Podría interesarte:
«Le estoy guardando el knockout a AMLO»: Ricardo Anaya
Meade o miedo, ¿qué prefieres este próximo 1º de julio?