Eran cerca de las dos de la mañana, cuando la joven regresaba a su casa después de ir a una fiesta el pasado sábado 3 de agosto. Varios de sus amigos decidieron pedir un taxi por alguna aplicación, por lo que todos viajarían juntos, dejando, primero, a la chica cerca de su casa. Y así fue. Ella bajó del vehículo a dos calles de su domicilio. Una patrulla se le acercó cuando caminaba por la solitaria calle. Segura no se sintió.
Cuatro oficiales a bordo de esa patrulla, se ‘ofrecieron’ para llevarla a su casa y aunque trató de ahuyentarlos, no lo logró. La sometieron y la violaron entre los cuatro agentes en Azcapotzalco. La menor decidió, junto a su madre, levantar una denuncia y hoy, los presuntos responsables, se encuentran bajo resguardo de la Procuraduría General de Justicia de la Ciudad de México.
Aunque los policías ya están en resguardo de la PGJ de la CDMX, no están en calidad de detenidos. (Foto: IMER)
¿Cómo sucedió todo?
En información publicada en Excélsior, la joven narra cómo fue que estos cuatro policías la sometieron para subirla a la unidad luego de descender del taxi en la calle donde su amigo la dejó. “Entre la 1:45 y las 2:00 del 3 de agosto, al bajar del vehículo, vi que la calle estaba sola y caminé media cuadra sobre la calle Nopatitla, en dirección a mi casa. En ese momento vi que un vehículo tipo patrulla con las luces del toldo encendidas de color rojo con azul venía circulando en forma lenta sobre la misma calle de Nopatitla, en la misma dirección que yo, de la calle San Sebastián a la calle Wake”, indica la chica.
Les dijo que vivía con sus tíos cuando se ofrecieron a llevarla a su casa, todo con tal de hacer que se fueran. “Me acerqué a una casa de color rosa claro con zaguán color café y toqué el timbre y también la puerta, simulando que era mi casa para que las personas que estaban arriba de la patrulla no se acercaran a mí”, se lee en la denuncia. Cuatro agentes iban en la patrulla. El copiloto fue el que ofreció llevarla, junto con sus compañeros, a casa. Ella se negó y por más que trató de ahuyentarlos, no lo logró.
“Me subió en el asiento trasero junto a la ventana del lado derecho, luego los dos policías que iban en ese asiento quedaron a mi costado izquierdo. En ese momento el policía que estaba a mi costado izquierdo me dijo que me quitara la ropa y los dos policías que iban en los asientos delanteros dijeron que sí, que me la quitara”, relata.
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Esta es la calle en donde los amigos de la joven la dejaron tras la fiesta.
‘Ahora sí puedes ir a buscar a tu tío’
Después de tenerla desnuda, cada uno de los cuatro agentes violó a la joven de 17 años. “Quise abrir la puerta del vehículo, pero no pude abrirla, momento en que el sujeto que estaba a mi costado izquierdo con su mano derecha sujetó mi muñeca izquierda y con su mano izquierda sujetó mi muñeca derecha, inmovilizándome. El último se apartó de mí y me dijo que me vistiera, por lo que me subí el pantalón y me hinqué en el piso ubicado entre el asiento del copiloto y el asiento trasero; después, el policía que estaba sentado en el asiento del conductor me dijo que ahora sí podía ir a buscar a mi tío y todos se empezaron a reír”, refiere la denuncia.
A través del C-5 se recibió un reporte, así que al lugar llegaron cuatro patrullas más, así como una unidad de la Cruz Roja para atender a la menor. Tras practicarle una serie de exámenes médicos y psicológicos, se confirmó la agresión sexual. La menor denunció el hecho ante las autoridades y elaboró retratos hablados de al menos dos de sus agresores. La Fiscalía de Delitos Sexuales incluso le mostró imágenes de los agentes que patrullaron a esa hora en la zona donde fue violada.
Los cuatro policías negaron la violación, aunque ya están asegurados los videos del C-5. (Foto: El Universal)
Los agentes, bajo resguardo de la PGJ
Esta madrugada, en voz de la titular de la Secretaría de Seguridad Ciudadana, Jesús Orta, se informó que luego de revisar cuatro cámaras, dos pertenecientes al C5 y otras dos que son particulares, se identificó a la patrulla en la que, presuntamente sucedieron los hechos, por lo que se logró identificar a los policías aunque ellos ya negaron la violación.
Hasta el momento, los presuntos responsables se encuentran bajo el resguardo de la Procuraduría capitalina, esperando que las autoridades del organismo formalicen la denuncia y se les impute el delito de violación agravada y, en caso de ser culpables, se actúe conforme a la ley. Hay que decirlo, están sólo bajo resguardo de la PGJ, pero no en calidad de detenidos. “No tenemos una imputación directa, por lo tanto, no tenemos un policía en estado de arresto. Yo lo he dicho, 90 por ciento de los policías son buenos, pero hay 10 por ciento que actúan mal y a ellos los tenemos que castigar, los tenemos que sacar de la corporación, pero sobre todo tienen que tener consecuencias”, dijo Orta.
Ernestina Godoy, titular de la Procuraduría General de Justicia de la CDMX, indicó también que busca reunirse tanto con la víctima como con su madre. De acuerdo con El Universal, las investigaciones sobre las declaraciones de la menor no hay sido concluyentes, así que Godoy actúa con delicadeza para evitar revictimizar a la menor y tampoco, hasta ahora, se ha revelado la identidad de sus cuatro compañeros, mismos que dejaron a la joven no en su domicilio, sino a pocas calles de llegar a él.
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Foto de portada: Info7.
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