Sólo tienen un medicamento: su fe en Dios. Ese es el argumento que los habitantes del municipio de Aldama, en Chiapas, tienen para no vacunarse contra el covid-19. Y el mismo argumento lo presentó el poblado de San Juan Cancuc, en donde sus autoridades ya comunicaron a la Secretaría de Salud que no permitirán que se les vacune.
Entre creencias religiosas y costumbres locales, al menos 90 comunidades de 25 municipios de Chiapas, notificaron ya a las autoridades sanitarias que no quieren recibir las dosis de vacunas contra covid-19 y que de llegarse a contagiar, el único que podrá salvarlos es Dios.
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‘Somos creados por Dios’
Pedro Santiz es habitante de Aldama, en Chiapas. Entrevistado por Milenio, aseguró que si llegan a contagiarse, ellos tienen ya un medicamento para combatir al covid-19: su creencia religiosa. “No, no lo aceptamos. Nosotros sabemos que tenemos un medicamento. ¿Cuál? Es Dios, un Dios para todo el mundo. Es lo que creemos y nos confiamos, porque somos creados por Dios”, declaró.
Ellos tienen la creencia que el covid-19 no existe y que en caso de ser contagiados, se salvarán. “La verdad no nos ha tocado esa enfermedad del coronavirus, porque nosotros no creemos en eso, porque lo que se dice de esa enfermedad eso no es verdad, sino que es una mentira”, agregó Pedro al medio de comunicación.
“Si mandan la vacuna a todo el municipio el gobierno, la verdad no la aceptamos. y si lo van a hacer a la fuerza, pues primero vamos a vacunar a quienes traen esa vacuna”, amenazó. En Aldama, por ejemplo, habitan seis mil 700 habitantes, de los cuales, el 97.3 por ciento se encuentra en la pobreza.
San Juan Cancuc no quiere recibir vacunas
José López López, presidente municipal de este poblado indígena ubicado en Chiapas, informó en un documento oficial que en las 45 comunidades que conforman a su municipio, no se permitirá que la población se vacune contra el covid-19.
Aunque dos personas alegaron la decisión municipal, indicando que ellos sí se quieren vacunar, este poblado no ha sido alcanzado por el covid-19, por lo que las creencias de sus habitantes radican en que para qué exponerse a efectos adversos de una vacuna, si no están ni siquiera contagiados con la enfermedad.
En el reporte del diario El País, aseguran que varias autoridades han protestado porque no intentan combatir la información falsa y que, en cambio, procuran que sigan creyendo que las vacunas son para hacerles daño. “Es mala… la información. Porque les hacen creer que las vacunas traen enfermedades”, sentenció Marcelino García, director de Protección Civil de San Juan Cancuc.
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Foto de portada: Milenio.
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