Después de un mes de solicitar una audiencia con el presidente Andrés Manuel López Obrador y no conseguirla, don Alejo se fastidió y decidió llamar la atención de una manera inusual para captar la atención del primer mandatario de México. Si no lo consiguió, al menos los medios de comunicación ya le dieron visibilidad a su caso pues lleva más de 30 días solicitando presentarse ante AMLO.
Decidido, don Alejo subió a una de las lámparas que se encuentran a las afueras de Palacio Nacional y previo al arranque de la conferencia matutina tradicional de AMLO, se ‘crucificó’ para exigir mayor seguridad en Oaxaca, pues, asegura, su esposa falleció debido a la violencia que impera en el Estado.
No quiere bajarse hasta no reunirse con el presidente
Crucificado, con el pecho desnudo y descalzo, Don Alejo, quien mantiene un plantón desde el 31 de enero pasado, también pide a los ciudadanos lo apoyen con cartulinas y marcadores para sobrevivir. “Este viejo desplazado de sus tierras por los caciques paramilitares que existen en el estado de Oaxaca. Estoy aquí en plantón indefinido para exigir al gobierno federal solución al desplazamiento forzado por la delincuencia organizada de Oaxaca” se lee en una de las pancartas escritas y firmadas por “Don Alejo”.
Don Alejo también alude que le quitaron sus tierras en Tuxpan, Oaxaca y que no ha tenido una respuesta. Instaló un plantón frente a la Comisión Nacional de Derechos Humanos sin éxito alguno y acusó que este fin de semana, además, personal de limpia se llevó la mercancía que vendía para poder ayudarse y comprar un poco de comida. Como forma desesperada, decidió crucificarse esta mañana a las afueras de Palacio Nacional.
Paramédicos quieren atenderlo, pero él no se deja…
Uno de los paramédicos que llegó para auxiliar a Don Alejo, indicó a los medios de comunicación que “puede presentar principios de hipotermia y está un poco diaforético, esta complicación puede llegar hasta un paro cardíaco si no nos permite llevarlo al hospital. Estamos comentando a la gente que es necesario, si llega a caer en la inconsciencia lo vamos a tener que bajar y llevárnoslo, por su bien. Ya también es nuestro derecho a atenderlo aunque el señor se niegue. Desgraciadamente no nos permite llevárnoslo y no lo podemos hacer a la fuerza. Si el señor queda inconsciente lo bajamos y lo tenemos que llevar aunque la gente no nos lo permita. Llamaríamos a la Unidad Especial del ERUM para descolgarlo con mucho cuidado, ponerlo en una camilla para trasladarlo al hospital más cercano, al Gregorio Salas”.
Agregó el paramédico que “para mí lo mejor sería que el señor Alejo nos apoyara, ellos dicen que se estabilice aquí, pero no es lo prudente. Tiene crisis hipertensiva y una hiperglicemia, tiene niveles de glucosa altos”.
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Foto de portada: La Silla Rota.