Cuando en 2010 fue sentenciado por violación, Levith Rúa ya tenía seis registros previos por delitos sexuales. Siete años después y ahora que su rostro sale en las primeras planas de los periódicos, así como en los noticieros de Barranquilla, Colombia, tres mujeres más lo reconocieron.
“La bestia del Matadero”, como es conocido Levith Aldemar Rúa Rodríguez, decapitó a su última víctima. En total fueron trece las mujeres a las que violó este hombre, quien fue parte de las fuerzas de seguridad en Colombia.
Levith aprovechaba los permisos de 72 horas que le daban en la prisión por “buen comportamiento” para atacar a otras víctimas. Al momento de salir en libertad condicional, aprovechó el tiempo para abusar de otras mujeres. Las madres de aquellas mujeres ahora piden justicia por sus hijas, las cuales murieron a manos de “La bestia del Matadero”, el violador en serie de Colombia.
Gabriela fue una de las víctimas de Levith. (Foto: Infobae)
Gabriela era el nombre de la última víctima de Levith. Pintaba carteras a mano. Las vendía para sobrevivir y ayudar a su familia. Después de enterarse que fue el expolicía quien la decapitó después de violarla, piden «pena de muerte, cadena perpetua, castración química para Levith». Los familiares no perdonan ni perdonarán.
Ella era única según su madre. «No le importaba lo que dijeran», según la mamá de Gabriela. Se pintaba los labios de colores. Se dieron cuenta que el cuerpo lastimado y ensangrentado pertenecía a ella por la pulsera artesanal que colgaba de su muñeca. El tatuaje de un gato en el muslo de la pierna izquierda terminó por confirmar que era Gabriela aquel cuerpo que no tenía cabeza y que yacía en el límite de un pantano.
Fue una ley creada por las leyes colombianas las que permitieron que Levith obtuviera libertad condicional luego de cumplir tres quintas partes de su condena. El entrenamiento que recibía al momento de ser policía le permitía saber manejarse sin que la gente pudiera saber que lo que hacía en sus horas libres era violar mujeres.
Levith sirvió dos años a la Policía Nacional en Colombia.
El jueves 14 de diciembre fue el último día en que se vio a Levith con libertad. Fue capturado en el Centro Metropolitano después de haber sido reconocido por aquellas víctimas que aún siguen vivas. El machismo sigue presente y cabalga en el lomo de bestias como Levith, quien sirvió como policía durante dos años en Barranquilla.
Las denuncias de violencia sexual sirvieron para que lo expulsaran de la institución de seguridad para la que trabajaba, pero nunca dejó de abusar de mujeres indefensas en Colombia. Su entrenamiento, dicen algunos, sirvió para que se protegiera de las autoridades durante el tiempo en el que cometió sus abusos.
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