Durante el Tercer Debate Presidencial, el candidato por la coalición “Juntos Haremos Historia”, Andrés Manuel López Obrador, propuso implementar medidas de austeridad como una forma de obtener fondos sin aumentar impuestos… bueno, primero propuso acabar con la corrupción, pero esa es otra historia.
Con el fin de saber más sobre la tasa de éxito o fracaso de las medidas de austeridad, recurrí a la Doctora (en Economía, obviamente) Leticia Armenta Fraire, quien actualmente dirige el Centro de Análisis Económico (CAE) del Tecnológico de Monterrey.
(Foto: DNF)
Lo básico: ¿Qué son las medidas de austeridad?
Se trata de recortes al gasto público que implementa el Gobierno Federal en épocas de crisis. “Muchas veces el Gobierno federal propone esas disminuciones que también pueden llegar a afectar el gobierno de estados de la República, de tal manera que con las medidas se busca reducir el gasto público”.
Podríamos decir que es una forma de ahorro de emergencia, como cuando se te acaba la quincena y para llegar a fin de mes compras café soluble en lugar de pedir un venti.
(Foto: El Semanario)
¿De qué tipo de recortes hablamos?
Lo más sencillo es aplicar recortes en rubros no prioritarios, que se disminuyen o eliminan sin implicar parálisis en el Gobierno federal, programas que pueden no ser vitales para la población. Se reduce la inversión pública como reflejo de concepto de austeridad.
Como es algo que puedes aplicar a tu vida diaria, continuaré explicándolo con tu quincena: Para ahorrar dinero, cambias tu papel de baño del suave, al ordinario.
(Foto: Mendoza Post)
¿Funcionan?
La Doctora Armenta tiene un excelente punto al respecto: “El éxito o fracaso de las medidas tiene que ver con la estructura inicial del gasto de gobierno. A veces las contiendas políticas provocan que las medidas no se adopten correctamente”.
En pocas palabras, de nada sirve que cambies tu papel higiénico suavecito o tu latte de cafetería fancy por café soluble, si el dinero ahorrado lo gastaras en una iguana (historia real de un periodista de Cultura Colectiva News).
(Foto: Bekia Mascotas)
Pero en México ¿funcionarían?
Quizá no lo sabes, pero México las ha aplicado con anterioridad: “En realidad el gobierno mexicano ha estado sujeto a ellas en varias ocasiones. En 1982 el Gobierno federal dejó de pagar deuda externa por carencia de recursos para hacerlo, y tras negociaciones con acreedores internacionales, se implementó el plan de austeridad. Vivimos con esos planes casi 15 años y al desatarse crisis de 1995, entró un programa de austeridad. El gobierno ha estado sujeto a planes de austeridad una buena parte de la historia reciente del país”.
(Foto: Expansión)
En términos de mi quincena, por favor
Bueno, crees que estás empezando a hacer recortes de emergencia, pero lo cierto es que ya llevas un buen rato quitando gastos de aquí y de acá, en buena medida, presionado por el banco que necesita que le pagues intereses. El problema es que aunque recortas, no terminas de administrar correctamente lo ahorrado.
(Foto: El Lobo de Wall Street)
¿Esto como ha resultado? A México, no a mi quincena
“Antes del último sexenio tuvimos niveles de deuda manejables (de acuerdo a las mediciones internacionales), tuvimos una inflación controlada y se evitaron conflictos a nivel de la balanza de pago. En ese sentido, el manejo de las variables macroeconómicas que se han exhibido en los últimos 15 años, es producto de las medidas de austeridad”.
O sea, dentro de todo, has logrado mantenerte al día con la renta, los servicios y la comida.
(Foto: Alto Nivel)
¿Entonces, cuál es el problema?
A la Doctora Armenta le preocupa que sólo nos enfoquemos en lo que podría parecer “positivo” pues implementar estas medidas, tiene serias desventajas: “hay rezagos en los servicios, inversiones… la inversión pública se ha deteriorado muchísimo pues no hay crecimiento de más del 2%”.
Ya, ya, en términos de quincena: sí, logras pagar las cuentas, pero tu calidad económica y de vida no es la óptima, pues está limitada a pagar en lugar de invertirlo.
(Foto: Expansión)
¿Cómo pueden ser exitosas las medidas, entonces?
La también directora del CAE cree que en realidad lo que hay, son países exitosos en el manejo de presupuesto: “si se cae un programa de austeridad es porque sufre algún conflicto y al buscar nuevos recursos en el terreno financiero internacional las condiciones son la disciplina. Los países que no caen en emergencias para controlar niveles de gasto, son los que viven con una disciplina importante, que acotan el pacto a ingresos fiscales que tienen, cuidan mucho donde ubicar la inversión de gobierno”.
O sea, que desde el principio ahorraban su quincena y no compraban iguanas o café de 70 pesos.
(Foto: The New York Times)
¿Cuáles son las medidas más estrictas que se pueden aplicar?
En un esfuerzo por sanear sus finanzas, muchos países han aplicado medidas de austeridad, por ejemplo Grecia e Italia, quienes “tenían una carga social del gasto público que al disminuirse provocó grandes conflictos sociales”. Estos países adoptaron medidas como recortes del 22 por ciento en el gasto sanitario y suspensión de la revalorización de las pensiones, lo cual afectó severamente a los ciudadanos: los usuarios de programas ven mermados sus beneficios, se genera insatisfacción.
(Foto: Animal Político)
¿Que clase social se ve más afectada con las medidas de austeridad?
Aunque todo nos beneficiamos de la infraestructura que se genera o deja de generar “quienes menos tienen son quienes más sufren pues cuando se deja de recibir un apoyo o se recortan subsidios, los beneficios se acotan y el más vulnerable sufre un peso mayor”.
O sea, quienes realmente requieren de los programas públicos pueden ver disminuida su calidad o anulado el programa.
(Foto: El Economista)
En resumen…
Lo mejor, es jamás necesitar las medidas de austeridad. Cuando es inminente aplicarlas, lo realmente importante es que el dinero recaudado con los recortes sea bien utilizado.
Si Andrés Manuel pretende implementarlas, deberá establecer desde un principio cómo será utilizado el dinero, de lo contrario serán inútiles y podrían afectar a las clases menos favorecidas en lugar de beneficiarlas. Quizá más que nunca será momento de aplicar el famoso dicho de Porfirio Díaz: “Poca política, mucha administración”.
(Foto: Proceso)
Recuerda que las medidas de austeridad y tu quincena no son lo mismo, aunque se rigen por el mismo principio: piensa bien en qué gastas tu dinero, prioriza y ahorra. Las medidas de austeridad son un recurso que debe aplicarse en emergencias y buscando siempre afectar lo menos posibles a los ciudadanos.
Esperemos que de aplicarse sean lo menos restrictivas y lo mejor administradas posible.
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