Una relación tóxica puede llevarte a la cárcel. Al menos ese fue el destino de cientos de mujeres que, por amor, permanecen recluidas en los centros penitenciarios femeninos de México. Las historias que cuentan tienen diferentes desarrollos, narrativas y protagonistas, pero todas tienen una raíz en común: el amor que le tuvieron a un hombre, a un novio, un esposo, un padre, un hermano o un hijo.
La población femenina en las cárceles mexicanas aumentó y la mayoría de ese porcentaje está ahí por relaciones tóxicas que desembocaron en crímenes contra la salud, por posesión de drogas o por narcomenudeo. Aunado a esos motivos, también están los factores de la pobreza, el bajo nivel educativo y la situación socioeconómica.
Al amar, estas mujeres consciente o inconscientemente, cometieron un delito y ahora lo deben pagar. Muchas de ellas ya tienen sentencia, otras llevan años esperándola y muchas más lo hacen sin el apoyo de aquellos que usaron el amor como principal arma en su contra.
Los delitos que cometen estas mujeres son motivados por el amor a sus parejas o familiares. (Foto: La Ley)
Un informe presentado por la ONG Equis Justicia para las Mujeres A.C., reveló que la mayoría de las mujeres recluidas en las cárceles de nuestro país llevaron a cabo sus crímenes motivadas por el amor, en conjunto con otras características, primordialmente, la falta de dinero, la pobreza extrema y las adicciones.
De acuerdo al informe, la mayoría de las presas reportan una vida de violencia física o sexual de la que muy pocas hablan. Muchas de las parejas sentimentales maltrataron físicamente a estas mujeres y las obligaron a cometer delitos como la venta de droga, otras decidieron hacerlo por sacar adelante a sus hijos al verse sumidas en la pobreza y otras tantas por decisión propia para ayudar a sus parejas o familiares a salir adelante.
Las mujeres esperan recibir una visita pero eso tampoco llega para ellas. (Foto: TV14)
Incluso, muchas de ellas son usadas como mulas por hombres que son de su propia familia para que transporten droga en paquetes, a veces con su total desconocimiento. Las penas que alcanzan por este delito son de, al menos, diez años.
«Las redes de tráfico de drogas reclutan a las más vulnerables para desempeñarse en los roles más bajos y peligrosos. Suelen ser reclutadas por la pareja o por el grupo familiar», dice el informe realizado por Equis Justicia para las Mujeres, A.C., en el que aseguran que ven en estos delitos una forma fácil de ganar dinero a través de las mujeres y el amor que ellas profesan hacia ellos.
Isabel Blas, una de las expertas que colaboraron en la realización del informe, sentenció que las series televisivas en donde se ven imágenes de la mujer que sale adelante luego de comercializar drogas están muy alejadas de la realidad:«El abuso, la violencia, la violación o el amor, entendido como una construcción que refleja desigualdad entre hombres y mujeres, hace que se inicien en el consumo de drogas o en la venta y el transporte».
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