El Pleno de la Sala Regional Especializada del Tribunal Electoral federal resolvió que las tarjetas personalizadas firmadas por el excandidato presidencial por la coalición “Por México al Frente” durante las contienda electoral 2018, Ricardo Anaya, sí son propaganda electoral permitida.
Tras el inicio de la distribución de las tarjetas, acompañadas de una carta personalizada firmada por el mismo Anaya, se inició un Procedimiento Especial Sancionador en contra del panista pues supuestamente, dicha propaganda electoral, ejercía una “presión” contra el electorado.
Tras analizar las pruebas, se concluyó que eran insuficientes para acreditar que la entrega de las tarjetas estuviera destinada para beneficiarios específicos. (Foto: Tribuna)
En pocas palabras, fue una propuesta de campaña durante el periodo permitido y la distribución de propaganda electoral en formato de tarjetas no va contra la normativa electoral. Punto para Anaya… donde quiera que esté.
Sin embargo, tras analizar las pruebas presentadas por los quejosos, se concluyó que eran insuficientes para acreditar que la entrega de las tarjetas estuviera destinada para beneficiarios específicos o que se hubiera utilizado como un “medio concreto para presionar al voto o para condicionar algún programa social”.
¿Por qué tanto problema con las anaya cards?
La tarjeta fue denominada como IBU (Ingreso Básico Universal), así que para las autoridades electorales, eso significó la promesa de la entrega de mil 500 pesos mensuales a quien votara a su favor, algo que según los que presentaron la queja va en contra de la normativa electoral.
(Video: Milenio vía YouTube)
*Con información de Notimex.
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