En la esquina de la oficina de la revista Letras Libres, Sandra Barba, editora e integrante del movimiento feminista en México, suele revisar un kiosco constantemente para ver las portadas y primeras planas de distintas publicaciones como parte de su trabajo.
“TVNotas, enemigas de las mujeres”
Vaya sorpresa, indignación y risa le causó encontrar la más reciente publicación de la revista TVNotas, en una edición especial dedicada a las mujeres, donde en uno de los titulares de portada dice: «Feminazis, enemigas de las mujeres».
Efectivamente, el balazo del semanario no sólo retumbó en la carcajada e indignación propia, sino en la de sus compañeros de trabajo. Pero más allá de la primera y visceral impresión, la portada abrió nuevamente una vieja herida, de la cual muchas feministas están cansadas: escuchar y leer la palabra «feminazi».
A través de su cuenta de Twitter, Sandra Barba publicó un hilo para criticar el artículo que tacha a las mujeres del movimiento feminista como «putas, conflictivas, pancheras, y sólo quieren que un hombre las mantenga», describió. El tema se viralizó no sólo en redes sociales, también fue tocado por varios medios nacionales e internacionales, tras equiparar a la lucha feminista por la igualdad de derechos con las víctimas del holocausto, increíble si pensamos que México es el país donde siete mujeres son víctimas de feminicidio a diario, y en el que la mayoría de esos casos no encuentran justicia.
¿Por qué es ofensivo y denigrante usar la palabra “feminazi”?
En entrevista para CC News, Barba explicó que el movimiento feminista no tiene un campo de concentración, ni busca matar a los hombres como respuesta absoluta a una ideología.
Esta manera de caricaturizar a las feministas está presente desde los inicios del movimiento. No es cierto para nada que haya habido una radicalización que nos hiciera perder el rumbo y matar a la gente. A las fundadoras del movimiento también las atacaban con frases como “brujas”, que eran “hombres”, que “estaban locas”, más bien los ataques nunca terminan.
Sandra Barba explica que la palabra “feminazi” no puede sostenerse, por la falta de criterio y simbolismo para atacar a las feministas. (Ilustración: Karina Billa)
Las batallas por la igualdad no provocan «locura», significan pelear por un salario equitativo de acuerdo a las capacidades y competencias de cada uno sin importar el sexo/género. Son peleas por erradicar los asesinatos sistemáticos en contra de las mujeres por el simple hecho de ser mujeres. Son disputas por reeducar a una sociedad machista que no sabe convivir sin extremos en sus ejercicios de poder; eso a grosso modo entre una larga lista de luchas y deudas históricas con las mujeres.
En el artículo, firmado por Mónica Castilla, se minimiza, ridiculiza y ataca a las feministas al comparar su lucha con una de las matanzas humanas más brutales de la historia mundial.
Se menosprecia a la historia, al decirle “nazi” a cualquier persona. Me parece una falta de respeto a los sobrevivientes, a la comunidad judía, a los asesinados, a gays y lesbianas, rusos, polacos; es atacar a una gran cantidad de grupos. Sencillamente las feminazis no existen y es imposible sostener esta ideología.
La lucha por la igualdad de derechos nuevamente ha sido criminalizada y atacada por uno de los rotativos con mayor alcance del país. (Foto: Zoe Buckman)
A unos días de la viralización del tema, los reflectores sobre la palabra “feminazi” merecen especial atención. Pues el mayor problema no está en que se use indiscriminadamente, sino que medios de comunicación con el impacto de distribución de esta revista lo tome a la ligera, dando interpretaciones poco informadas y prejuiciosas sobre el tema. En este sentido, el paradigma cambia.
¿Cómo podemos educarnos sobre feminismo?
«Informándonos», dice Barba. Y sí, contrario al artículo de la revista de espectáculos que no usó ningún sustento bibliográfico, periodístico o histórico, la editora de Letras Libres sugiere a los lectores acercarse al movimiento feminista a través de internet, mediante artículos de medios especializados, en las columnas de Ana Pecova, Estefanía Vela, de las mujeres del Ejército Zapatista de Liberación Nacional, entre muchas otras.
Finalmente, Barba invita a TVNotas a dejar de discriminar e idealizar, y a abrir un espacio al movimiento feminista para llegar a sus más de 34 millones de lectores.
Esos artículos se escribieron con una sola fuente, sin testimonios, sin activistas, sin nada. Sólo fue una “cátedra” que ofrece Mónica Castilla. Es muy lamentable, pero si tan siquiera un artículo bien escrito sobre verdadero feminismo llegara a tantas personas, esta historia sería diferente.
Y la acción va, pues tanto Sandra como otras feministas piden mediante este CHANGE.ORG ejercer el derecho de réplica en la misma revista. Firma.
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