Xóchitl Nayhelli Irineo Gómez, una de las víctimas calcinadas en Coatzacoalcos, en Veracruz, dejó en la orfandad a sus dos hijos tras el mortal ataque con bombas molotov al bar “Caballo Blanco”.
“Llevaba varios meses trabajando. Era el sustento de dos niños. No puedo creer que mi muñequita quedó así de hinchada de la cara”, dijo entre llanto América del Carmen Gómez Ortiz, madre de la joven de 24 años de edad.
De acuerdo con E-consulta Veracruz, Xóchitl trabajaba como bailarina para mantener a sus dos hijos de cinco y siete años, respectivamente.
La historia de Xóchitl se repite en 29 familias, donde las víctimas murieron asfixiadas o calcinadas en un incendio que habría sido provocado por presuntos integrantes de la delincuencia organizada, según informó el gobernador de Veracruz, Cuitláhuac García.
Pese al maltrato que sufrió por el fuego, el cuerpo pudo ser identificado por su madre mediante dos tatuajes, uno en el brazo y otro en la espalda donde Xóchitl plasmó los nombres de su esposo y de su hijo.
“Te voy a extrañar mi princesa hermosa. Dios te reciba en sus brazos. No sabes qué dolor tan grande tiene mi alma y mi corazón. Yo cuidaré de tus hijitos. Te amo mi hermosa Nayhelli Irineo Gómez. Descansa en paz”, publicó América del Carmen en su cuenta de Facebook.
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* Fotografía de portada: Redes sociales.
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