Carla Fernández es una reconocida diseñadora mexicana que durante más de 15 años ha creado piezas magníficas con la misma inspiración y objetivo: preservar y revitalizar el legado textil de comunidades indígenas y mestizas de México.
Platicamos con ella y nos contó cómo ha adaptado toda su producción a estos tiempos de pandemia, incluyendo también una colaboración con maestros mascareros para crear cubrebocas avalados por médicos, el proceso de producción ha tenido una curva complicada de aprendizaje por la dificultad de la pieza, sobre todo cumpliendo perfectamente con los lineamientos necesarios para que sea funcional. A pesar de la situación, Carla Fernández y su equipo no dejaron a un lado su fiel compromiso: ayudar desde su trinchera en estos momentos de crisis.
Historia
A Carla Fernández siempre le ha llamado la atención el poder “adornarte” con ropa, incluso hizo una interesante analogía con “la casa”, «Es uno de los lenguajes más bellos y honestos del ser humano. No mucha gente puede ir a tu casa, conocer tu entorno y tu vida privada, pero sí mucha gente te puede leer a través de cómo te vistes. Esa parte del diseño de moda es lo que desde chica me ha llamado la atención.», dijo.
Empezó haciendo vestuario para danza contemporánea, luego vestuario para películas y comerciales, años después, junto con su socia Cristina Rangel, crearon su marca homónima que cuenta ya con 6 tiendas físicas.
Algo que distingue a la marca Carla Fernández desde sus inicios ha sido la colaboración creativa y productiva con más de 170 artesanos de toda la república en 12 estados distintos.
Pandemia
La pandemia mundial por covid-19 ha afectado a muchísimas industrias, pero sin duda la moda ha sido una de las peores. Ha sido difícil para Carla Fernández, las 6 tiendas físicas han estado cerradas; sin embargo, se siguen pagando rentas, sueldos de colaboradores, alianzas con las comunidades y un gran etcétera, pero como siempre lo han hecho, buscaron moverse como marca a donde se les necesite.
«En este momento la moda o la vestimenta como tal no son necesarias, no es lo indispensable, como industria de la moda supimos que podíamos movernos a algo que sí fuera indispensable como los cubrebocas.», mencionó la diseñadora.
Así que tomaron el reto de crear cubrebocas pero quizá no imaginaron lo complicado que sería. Hacer una mascarilla que realmente te proteja es muy complicado, menciona Carla, quien junto a todo su equipo, tuvieron que aprender de cero cómo desarrollar el producto, investigar la mejor manera de producirlos, qué tipo de tela deben llevar, las costuras, cómo se pueden lavar, qué tipo de tinta, etc etc etc. Menciona que ha sido un desarrollo de producto largo, aproximadamente dos meses, porque además se ha dificultado más al estar en contingencia y en una tan fuerte como la que estamos viviendo.
«El brote viene de China y las importaciones de ese país están detenidas para este tipo de cosas, desarrollar un producto con tus empleados en casas, quizá el diseñador gráfico está en Toluca, tú en CDMX, la máquina con la que se hacen las impresiones es una máquina digital que tiene la Cámara Nacional de la Industria del vestido en Yucatán, que imprime con una tinta ecológica que se usa en las prendas de bebé que te permite que con lavadas de agua caliente se muera el virus, están hechos para no contaminar y tener desechos como los cubrebocas basura que empeoran la contaminación… son muchísimas cositas que lleva un cubrebocas que la gente no se imagina; además ajustarlos a los tipos de cabeza, tienes que respirar bien pero a la vez debe tener cierto tejido y ciertas protecciones de tres capas para que no entre el virus y que si ya estás enfermo no lo propagues. Ha sido un reto enorme. Sí es una de las cosas más difíciles que hemos hecho y hemos hecho muchas.», explicó.
Finalmente y después de mucha investigación, Carla Fernández consiguió hacer cubrebocas avalados por el INER, cosa que para era siempre fue muy importante.
Teniendo ya el qué y cómo, Carla decidió seguir colaborando con artesanos mexicanos y les propuso crear diseños para los cubrebocas, éste fue el grandioso resultado.
Proyecto: Máscaras mexicanas.
Este proyecto es un grandioso homenaje a 10 maestros mascareros de 5 estados diferentes, crearon diseños magníficos para cubrebocas que están siendo la sensación. Es un proyecto integral donde además de fomentar la industria textil, artesanal y de la moda en lo que se pueda, ayuda a mantener su compromiso con los artistas de México y a la vez sirviendo de manera responsable en la creación de este accesorio que vamos a ver cada vez más.
El 25% de las ganancias es para ellos y 25% para comunidades con las que trabajan, que en total forman 175 artesanos.
Podemos conseguirlos escribiendo a ventas@carlafernandez.com o contactarlos vía Instagram en carlafernandezmx
Además de los magníficos cubrebocas con máscaras, tienen la opción lisa y personalizados; si tienes alguna empresa que necesite utilizarlos, a partir de 200 piezas pueden ayudarte a crearlos.
Han trabajado con arquitectos, otros diseñadores como Ricardo Seco e incluso para Mezcal Ojo de Tigre que curiosamente la piedra Ojo de Tigre es un amuleto contra las enfermedades de vías respiratorias.
Además, Carla Fernández junto a Cerveza Victoria donaron 50 mil cubrebocas al INER, SEMOVI, SEDUVI, RAPPI y tienditas que distribuyen localmente.
Definitivamente Carla Fernández y su equipo son una prueba de adaptación a diferentes circunstancias donde todo parece gris y ellos pudieron encontrar el color rosa, pero además, siempre buscando mantener el eje central de la marca y seguir ayudando a las personas más vulnerables.
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