Fue con la llegada de Karl Lagerfeld al imaginario global cuando dejamos de pensar en la mujer como esa escultura voluptuosa y ultrasensual de la feminidad. Gracias a su concepto de belleza comenzamos a idolatrar –por imposición del diseñador– modelos altísimas, delgadas y prácticamente inalcanzables. Era la década de los 80 cuando las diosas de la pasarela se hicieron ese monstruo difícil de igualar. El head designer de Chanel y Fendi es glorioso, pero ¿era necesario que nos llevara a ese límite? Tuvieron que pasar casi 20 años para que volviéramos la mirada hacia las chicas de piel regular, de tallas normales (e incluso saludables) y “defectos” que cualquier ser humano puede poseer. Para que nos dejáramos de flagelar con la idea de que un cuerpo bello es aquél que parece salido de un molde sin lugar para los errores.
Llegaban los 2000, sus primeras décadas, y con ello una serie de chicas apostaron por la imagen real de las mujeres. Un festín de siluetas rollizas, estrías, varices y problemas cotidianos, extremadamente mundanos, se abrió paso ante nuestros ojos. Los cánones del goodlooking genérico y las imposiciones de la industria se disolvieron con la actitud contestataria de agencias, creativos y modelos cada vez más comprometidas con la verdad del ser humano.
Hoy, el culto a la mujer curvilínea y que acepta tener problemas terrenales en su anatomía, nos ha librado del peso que significaba conseguir la “perfección”. De esta manera, inconvenientes o molestias propios del beauty culture y que antes se silenciaban, ahora pueden tratarse con toda franqueza. Por ejemplo, la rozadura que se ocasiona entre tus muslos cuando estos son de gran volumen, hace calor o has caminado demasiado. Cuando el uso de medias ya no es una opción en nuestra generación y la piel de tus piernas se maltrata por la fricción.
Por eso, en la era de la despreocupación por lo absurdo y mayor concentración por lo natural –y si es que sufres este mismo problema– debes seguir estos consejos y nunca avergonzarte por lo que te sucede.
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1.
Puedes utilizar un gel activo antiescozor que cree una barrera que proteja tu piel, además de evitando rozaduras, calmando las zonas ya afectadas en ésta.
2.
Cuando lleves vestidos o faldas muy cortas, puedes implementar en tu arreglo una braga-faja, la cual tiene una pierna corta y fácil de enrollar o recorrer dependiendo de lo que hagas. Un gran plus, es que esta opción estiliza demasiado tu figura.
3.
Otra opción para cuando traes vestido o faldas un poco más largas, es usar un short de decatlón sobre tu ropa interior. No da calor y evita que la parte interna de tus muslos se moleste con el movimiento.
4.
Para un vestido completo y persiguiendo una silueta mejor contenida, puedes comprar un body de pierna larga que moldee tu figura y elimine los martirios de tus piernas. Aunque, eso sí, esta opción no es muy recomendable en días de calor; como es una sola pieza, te puede ocasionar más malestares que ventajas en días de verano.
5.
Una alternativa sexy y que puede ser un gran plus a tu outfit es el uso de bandelettes. Cintillas de encaje y otras telas que asemejan la seducción de un liguero, pero que están diseñadas para que tus extremidades se sientan cómodas al andar o cruzarte al sentar.
6.
Cierto. Dijimos que las medias ya no nos pertenecen del todo. Pero ¿no crees que puedan ser un bello recurso en ciertas ocasiones? ¿Con una falda de ante y ankle boots, un vestido a rayas muy skate (con medias rotas, por supuesto) o una falda leather y altos tacones? Inténtalo.
7.
Humecta. Siempre carga una crema en el bolso o en la mochila y en cuanto sientas que tu piel se vuelve a secar, aplica.
8.
Por último, puedes utilizar pequeños parches para herida y utilizarlos exclusivamente esos días en que llevas falda; quizá no disminuyan tu temperatura, pero salvarán a tus muslos de rozaduras innecesarias.
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Si necesitas un poco de motivación para aceptar tu cuerpo y enfrentar inconvenientes como éste cual cotidianidades que son, te convendría leer algunas razones por las que la belleza de una mujer real nunca tendrá éxito en la industria de la moda para tomar coraje y hacerte completamente irresistible siguiendo tus propias reglas.