La versatilidad de los leggings no ha podido ser mermada ni por el paso del tiempo ni por las tendencias de año con año. Augurios de su desaparición han ido y venido; vaticinios negativos en torno a su uso y apariencia son aún tema de discusión. Y es que finalizada la primera década del 2000 muchos desdeñaban su uso –casi a la par de los skinny jeans–, sin notar que éstos se han convertido en un elemento del streetwear que conforma utilidad, confort y estilo; algo que muchas prendas no se pueden preciar de haber conseguido en nuestra generación. Hoy los leggings siguen participando del guardarropa colectivo, aunque los expertos en trend digan lo contrario. Basta con ver la cotidianidad de las ciudades.
Ahora, considerando que esta prenda –en sus múltiples presentaciones– no ha podido ser desbancada por ninguna otra en los últimos años, que siempre se deben utilizar considerando su total 360 sin caer en los errores que pueden caracterizar su idea equivocada de uso, es preciso hacer una pausa en ciertas peculiaridades. Por ejemplo, cuando éstos son de cuero o de algún polímero que asemeja a la piel. Una opción ultraestilizada y adaptable a muchos estilos, pero que de no llevarse con autoconciencia o entendimiento de la época puede ocasionar un cataclismo de malos momentos.
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El primer punto es no temer a tu cuerpo. No importa si eres una talla 3 o una 11; lo realmente importante es saber la forma de tu cuerpo, aceptarla, concordarla con tus decisiones de compra y andar con seguridad. Si usas la talla correcta no tendrás por qué sobrecogerte ante los pliegues, stretches y demás “imperfectos” de la ropa.
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Así, puedes pasar a tus opciones de calzado. Si quieres unas piernas mejor torneadas y estilizadas, un buen par de tacones es la opción. Si necesitas algo más relajado y que te provea de mayor movilidad, sneakers hay de sobra en el mundo.
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Utiliza colores cálidos, neutros o pastel en tus prendas superiores. De esta forma, en caso de tener piernas muy delgadas, tendrás un look muy chic; en caso contrario –que tengas un par de muslos o pantorrillas prominentes–, el negro aligerará tu apariencia frente al contraste del top.
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Suéteres largos, cardiganes, camisas oversize y playeras maxi son un must para outfits de fin de semana, sin olvidar que justamente los leggings están diseñados como una pieza prácticamente interior y que no debe mostrarse a cabalidad.
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Eso no impide que, en realidad, puedan acoplarse a un outfit más formal y en el cual tomen un papel protagónico sin mesura alguna. Tanks, camisas, playeras fajadas y sleep shirts son bienvenidas en una suerte de mix entre el preppy style y tu espíritu más rocker.
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Outfits en total black con chamarra de cuero y botas de diversos cortes son la opción última, que sin importar mucho la forma del cuerpo, siempre invitan a una silueta interesante y balanceada.
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Para cualquier bodyshape, puedes optar por unos a la cintura en complemento con blusas de escote V, algún blazer de buen fit, un par de pointy pumps o alguna chaqueta en denim. Un combo que va con toda chica.
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Sí, sabemos que no son precisamente fáciles de llevar, que su background histórico nos limita a usarlos ya sea porque los vemos muy arriesgados o sólo para un cierto estilo de vida; sin embargo, la aventura debe emprenderse y asirse con fuerza. Si no te das la oportunidad más hot ahora, ¿cuándo? Quizás, antes de tomar la decisión, quieras leer estas 30 formas distintas de llevar leggings negros y otras 4 tendencias con leggings que debes intentar al menos una vez.
