¿De qué se quejaba Carrie Bradshaw? ¿Por qué hacía de su vida un drama? Vivía en un cómodo departamento en Manhattan, tenía un novio diferente cada mes, amigas incondicionales, sostenía un trabajo bastante cómodo y lo mejor: un armario atascado de ropa hermosa y exclusiva. Ella no conocía el “no tengo qué ponerme” y nunca la vimos sufriendo a final de quincena por gastar en unos zapatos.
Pero, bienvenida realidad. Nuestras vidas no son como las protagonistas de Sex and the City; es difícil tener un clóset lleno de ropa nueva, todo el tiempo. Por lo tanto, tarde o temprano tenemos que repetir una o dos prendas a la semana. No es el fin del mundo —sí, puede ser un poco penoso—, pero no hay nada que un poco de ingenio no pueda solucionar. Aquí algunos trucos:
::
Crop top negro
Pon atención en los accesorios: un pañuelo, un sombrero o un suéter pueden cambiar tu look por completo. La prenda repetida apenas y se notará.
_
Abrigos de dos caras
Los abrigos de dos caras son la solución perfecta para cuando no tienes mucha ropa. Podrás usarlos tantas veces como quieras sin lucir un aspecto repetido.
_
Pantalones rasgados
Son perfectos porque son cómodos y originales. Elige unos de color gris oscuro, eso te permitirá mezclarlos con más prendas superiores y verte completamente distinta de un momento a otro.
_
Abrigo de plumas
Pasa de casual a glam en un minuto con prendas extravagantes. Un abrigo de plumas es ideal para eso; te lo pongas con lo que te pongas, te hará ver diferente.
_
El calzado
Con una falda negra puedes desde salir con tus amigos al cine, a estar en tu oficina. Toda la diferencia estriba en el calzado que uses. Un día puedes usar tenis y al otro, zapatillas.
_
Playera
¿Has probado transformar tus playeras en crop tops? Es sencillo, sólo enróllala un poco y has un pequeño nudo por detrás.
_
Suéter grande
Un suéter grande te permitirá poder acomodarlo de mil maneras. Puedes llevarlo un día como un out shoulder y debajo una blusa sin mangas y al otro, sobre la ropa habitual que usas.
::
No es tanto lo que uses sino cómo lo uses. No hay nada de malo en usar tus prendas más de una vez a la semana —ya sea porque tengas pocas opciones o porque quieras llevar siempre tus favoritas— sino que te sientas segura de lo que llevas puesto. La vida no es perfecta, pero no importa. Para eso podemos hacer mano de nuestra creatividad, inteligencia y entusiasmo, lo demás va surgiendo por sí solo.