Según Google Arts, Jared Leto luce como una obra de arte. Su rostro resulta muy similar al de Johan de Witt, quien fue retratado por Jan de Baen.
Y si hurgamos en el Instagram del actor podemos ver que, en efecto, su porte es como el de una pintura que representa el estatus, la belleza y lo ostentoso de la vida diaria de cierto sector… pero sólo es un actor posando para Gucci.
Sin embargo, ¿por qué sus fotos para esta marca lucen mucho más artísticas que las que hace para su banda o para una película? Sencillo. Porque Gucci tiene un toque extra, que, probablemente, el resto de las grandes casas de moda carecen y que deberían tomar en cuenta un poco más.
A la izquierda está JARED LETO para Gucci, a la derecha, sólo está Jared Leto.
Hablamos de un sentido de arte y moda que se relacionan entre sí convirtiendo ambas en algo necesario, en un paralelismo que a decir verdad, siempre ha estado ahí, pero pocos se han atrevido a mostrarlo con tanta naturalidad como lo hace Alessandro Michele, director creativo de la empresa.
Las obras de arte permanecen en los museos, en las galerías y en algunos hogares con suerte, pero su legado está en el día a día: en la calle por la que transitas, en el templo que visitas, en las películas que ves y, claro, en la ropa que usas. Pero somos un tanto dispersos, por lo que no nos es tan evidente, pero influyen en todo.
Para Michele y, evidentemente, para Gucci, el arte es una forma de documentar la historia de la humanidad, ya que un grupo de obras o una corriente específica es también una manera de demostrar el estilo de vida de las diferentes épocas y por supuesto, el vestido es una de ellas. Por esto mismo crearon la cuenta Gucci Beauty en Instagram, donde demuestran con pinturas, principalmente, las tendencias de moda que directa o indirectamente se han puesto en en boga desde su creación.
En ellas representan el canon de la historia y el artista las explica. En sus descripciones entendemos que el artista a cargo de la obra retrataba más allá de un rostro o de una figura; reflejaba a través de su talento a la sociedad congelando —como una fotografía— un momento, pero también un contexto y un estilo de vida particular. La moda, en este caso, se ve por medio de las joyas, los vestidos, las poses y hasta los gestos.
De este modo, la cuenta nos presenta mujeres y hombres cuyo vestuario y adornos resultan representativos de ciertos momentos históricos. Por ejemplo, el ropaje al estilo Isabel I también cuenta con joyería precisa, un peinado rojo distintivo de la reina y la pose recta y elegante de la aristocracia inglesa. Aunque también está esa pintura de Felipe Santiago Gutiérrez en la que no enseña a una mujer de altas esferas sociales, sino la cotidianidad de una mexicana que sostiene un cempasúchil en las manos y porta una blusa de manta blanca.
Cada relato enaltece la importancia de la moda y de cómo es que un cuadro puede decir tanto al respecto. La belleza también es importante puesto que se va moviendo a través de las culturas, del tiempo y el espacio, pero al mismo tiempo es una clase distinta de expresión. Cada texto que acompaña a la imagen representa una manera distinta de ver la moda y son realizados por escritores de arte de diferentes rubros, desde críticos, periodistas y artistas.
Gracias a ello, nos damos cuenta de que las fotos de Jared Leto para Gucci son mucho más que simples capturas. Son obras de arte porque la importancia o renuncia del canon, del estilismo y del contexto se verán reflejados en unos años en esas piezas. Alguien las verá y harán una cuenta con ellas, justo como Alessandro Michele lo hace en Gucci Beauty y las piezas de diversas épocas que son representativas de la humanidad.
Conoce más de la cuenta entrando a ella: @guccibeauty.