Es curioso que, en un mundo donde la imagen de la mujer suele usarse como la máxima representación de la belleza, poco se le considere para la toma de decisiones. Incluso el campo de la moda y la alta costura, que podría considerarse de un carácter muy femenino o afín a las causas femeninas, puede albergar una línea de pensamiento anclada en el machismo.
Cuando Christian Dior comenzó su marca y línea de ropa en 1947, nunca imaginó los alcances que ésta tendría con el paso del tiempo. Después de que dejara el poder en manos de hombres como Yves Saint-Laurent hasta llegar a Raf Simons, quien fue directivo de la maison hasta 2015, no había existido, en los 65 años de la firma, una mujer que tomara las riendas creativas. Entonces llegó Maria Grazia Chiuri.
Chiuri trabajó por más de dos décadas con Pierpado Piccioli, con quien hizo grandes colecciones para Valentino, pero en julio de 2016 decidió dejar a su compañero para asumir el compromiso de dirigir Dior. El mundo de la moda, a la luz de las nuevas necesidades, pareciera empezar a cambiar en cuanto a su noción de los roles masculinos y femeninos. Asimismo, es la primera vez que Chiuri dirige una colección en solitario, pero sobre todo es su gran debut como directora de toda una marca emblemática para la industria de la moda.
Dejando de lado el escudo que la cubría con Piccioli, Chiuri comenzó una aventura que hoy está siendo todo un éxito. Las últimas dos colecciones de la firma han demostrado cuál es el camino que va a tomar. Entre los valores que resaltarán está la importancia de las mujeres en la moda más allá de posar y verse bonitas en la pasarela.
Formada como diseñadora, Chiuri resaltó que tomaría en cuenta el trabajo de sus antepasados, pero con su propia visión, haciendo prendas que se adapten a la mujer moderna, la cual tiene más de una actividad al día y no pasa el tiempo en casa cuidando a los niños y en la cocina haciendo la comida. Frases como “todos deberíamos ser feministas” enmarcan un mensaje más que claro a través de las prendas de la colección. Chiuri además busca proyectar y promover, por medio de su labor creativa y empresarial, un nuevo paradigma de igualdad de condiciones para ambos géneros, así como su propuesta apunta a reclamar el poder que se les ha quitado a las féminas por años.
En definitiva, un nuevo aire de “Grazia” ha llegado a la maison de Dior para impresionar al mundo de la moda con su magia, con grandes expectativas y una perspectiva nueva y renovadora para la imagen de la mujer, en este mundo donde ellos suelen elegir lo que ellas visten y cómo lo visten.
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La moda, aunque puede ser vista como superficial y efímera, también es un campo de acción desde su dimensión social, por lo que acaba con prejuicios, rompe barreras y construye identidad.