Por alguna extraña razón los hombres seguimos pensando que un baño es una extraña y acelerada fusión entre jabón, agua y estropajo. No nos importa ni el tipo de jabón que usamos o cómo es que debemos de hacerlo —te sorprendería saber la cantidad de gente que piensa que para “sacar mejor la mugre”, uno debe bañarse con jabón en barra para lavar ropa—, simplemente abrimos la regadera, nos limpiamos a modo de oler agradable y entonces sí, a empezar un nuevo día.
La manera en que el cuerpo resiente estos cambios va desde el enrojecimiento de la piel por irritación o alergia hasta, en el caso del cuero cabelludo, pérdida excesiva de pelo. Si bien es cierto que ésta se debe principalmente a cuestiones genéticas al igual que el crecimiento de la barba, el mal cuidado del cuero cabelludo definitivamente puede ser un factor determinante para perder o conservar una cabellera sana sin importar si ésta es corta o larga.
Quizá ya es hora de que dejes atrás esa idea sobre el baño y comiences a preocupante por tu higiene y por la salud de tu piel, pues al final del día no estás haciendo otra cosa que dañar al órgano más grande de todo tu cuerpo y que, por cierto, es casi tan importante como el corazón o el cerebro. Para saber si tu piel está dañada puedes basarte en una serie de señales como granos o enrojecimientos, aunque el estado de tu cabello siempre puede ser un buen indicador. Si más de una vez has pensado que tu cabello es un lío, quizá quieras comenzar a cuidarlo con estos consejos que además te ayudarán a mantener sana la piel de tu cuero cabelludo.
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Usar jabón común
La piel de tu cuero cabelludo es mucho más delicada que la de otras partes de tu cuerpo. Lavar esta zona con el mismo jabón que utilizas para limpiar zonas como axilas o pies es lo peor que puedes hacer, pues este tipo de jabones contienen químicos que más que limpiar, debilitan el área.
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Optar por peinados de tendencia
No todos los peinados se ven bien en cada tipo de rostro, el ejemplo más claro de ello es el undercut. Aunque hay gente —generalmente celebridades— a quienes se les ve bien un estilo en particular, eso no quiere decir que contigo pase lo mismo. Si decides hacerte un corte que no te vaya, intentar que tu cabello crezca de la misma manera que antes será una tortura.
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Lavarse en exceso
Esta es la razón por la que las mujeres no se lavan el cabellos todos los días y tú deberías empezar a hacerlo: nuestro cuerpo produce aceites naturales que nutren el cabello para que éste pueda crecer sano y fuerte. Si el cabello se lava todos los días estos nutrientes no tienen posibilidades de actuar sobre el cabello dejándolo débil y quebradizo.
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Tallarse demasiado
No es gratuito que las botellas de shampoo —por si no lo habías notado— recomienden masajear el cuero cabelludo justo después de haber aplicado el producto. Esto es porque la mayoría de la suciedad se encuentra debajo del cuero cabelludo, no obstante, cuando tallas o rascas tu cabello sólo estás lastimando éste y perjudicándolo más, pues esto permite que la suciedad entre ahí.
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No cepillarse
Si por alguna extraña razón has decidido decirle que no al acondicionador y a la secadora, al menos deberías pasar un peine por tu cabeza. No importa si tu cabello es lacio u ondulado, siempre corre el riesgo de tener nudos, así que cualquiera que sea el caso, siempre es mejor evitarlos. Además el cepillado estimulará el flujo sanguíneo en tu cabeza, lo que mantendrá sano tu cuero cabelludo.
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Usar cera con el cabello mojado
La mayoría de los productos para el cabello deben de aplicarse cuando éste esta completamente seco, de lo contrario sólo harás que se diluya y se expanda por toda tu cabeza haciendo que ésta sea un completo desastre.
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No usar acondicionador
Sobre todo si llevas el cabello largo, el acondicionador es el mejor amigo de los hombres. Es posible que más de una vez hayas visto una gran melena arruinada por nudos o el cabello maltratado, justo esas son las consecuencias de no usar acondicionador; pues mientras el shampoo se encarga de abrir tu cutícula para limpiar a profundidad, el acondicionador la cierra para evitar enredones.
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Recortar demasiado las patillas
Las patillas enmarcan el rostro resaltando su forma habitual, cuando son demasiado cortas o se eliminan por completo la cara tiende a lucir mucho más ancha que lo que es en realidad. El largo ideal para llevar las patillas —a menos que tengas cabello abundante o cara cuadrada— es a la altura del lóbulo.
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Ya sea en una estética con personal especializado o por tu propia cuenta, encontrar justo el tratamiento y los cuidados necesarios para que tu cabello y piel permanezcan sanos será uno de los mejores aciertos que puedas tener con tu cuerpo. Cuando se trata de cuidarlo, siempre será mejor dejar de lado los prejuicios que nos orillan a pensar que estos hábitos dañan nuestra hombría y así comenzar a desplazar los que, de hecho, dañan mucho más nuestro cuerpo.