En Estados Unidos y aquellos países en los que llegaba su inevitable influencia cultural, los años 50 estuvieron marcados por un nuevo despertar de las y los jóvenes. La generación que los precedió estuvo marcada por la guerra y la escasez, lo que los llevó a pasar de la infancia a la adultez sin una etapa de transición que les ayudara a liberarse realmente: todo aquello que fuera considerado “frívolo” debía hacerse a un lado.
Más tarde, los jóvenes de los 50 se rebelaron simbólicamente contra lo que representaba la generación de sus padres. Quienes no vivimos en esa época lo hemos visto en la cultura pop: cómo olvidar la versión setentera que películas como la controversial ‘Grease’ nos dieron de esa época “dorada”. Sin embargo, hoy también podemos ver fotografías reales de la juventud de la época: cómo se peinaban, cómo se vestían y, también, cómo se divertían.
La moda de los 50 marcó para siempre a las generaciones por venir. En esa década, la publicidad se orientó cada vez más a ese nuevo grupo demográfico que estaba sediento de cine, programas de televisión dedicados a la juventud y, por supuesto, al rock and roll.
Las mujeres y los hombres llevaban peinados tan altos como sus esperanzas en el futuro; ellas con faldas largas o pantalones que llegaban justo debajo de las rodillas y zapatillas con las que, de alguna manera, podían bailar durante horas. La moda femenina de los 50 era, básicamente, sobre la reivindicación de la juventud: surgió un nuevo estilo que se colocaba entre la ropa infantil y aquella que solían vestir las mujeres maduras.
Aunque casi todas las fotografías que vemos hoy en día están en blanco y negro, en los años 50 también resurgieron los colores vivos en faldas lápiz y en corte A, vestidos con cinturas ajustadas para remarcar la figura de reloj de arena, pantalones capri que dejaban los tobillos a la vista, suéteres cortos y cárdigans.
La moda rockabilly también incluyó elementos del swing: aunque automáticamente imaginamos a hombres en motocicletas y ataviados con chaquetas de cuero como John Travolta, las mujeres también la llevaron con toques pin-up y atuendos ajustados (pensemos en el antes y después de Olivia Newton-John, por ejemplo).
Los hombres, por otro lado, llevaban cada vez más los pantalones de mezclilla que Levi Strauss creó desde 1853, cuando abrió la primera tienda de San Francisco. Casi 100 años después, esta prenda alcanzó su máximo auge y, realmente, nunca se fue: en los 50 era casi exclusiva de los hombres de la clase obrera, pero en el siglo XXI sigue siendo parte de los básicos de nuestro guardarropa.
Es fácil romantizar una época cuando las imágenes que tenemos de ella muestran a personas sonrientes y bien vestidas. Los años 50 no estuvieron exentos de racismo, violencia y sexismo. Sin embargo, hoy en día podemos tomar la inspiración de esa época cuando se trata del mundo de la moda… y hacer a un lado lo demás para vivir, muchos años después, en lo que con suerte es un mundo mejor.
Estas fotografías fueron recopiladas y publicadas originalmente en Design You Trust.