Imagina que en una de las pasarelas más importantes del mundo de la moda aparece un pasamontañas con “rasgos” afroamericanos, el cual parece ofensivo y de mal gusto. Rápidamente, la prensa se da cuenta y critica el acto, tachándolo de vulgar y desagradable. ¿Qué hace Gucci al respecto? ¿Qué hace su director creativo? ¿Cómo reacciona su público? ¿Qué piensa el modelo encargado de llevar la prenda? Probablemente sea hora de pedir una disculpa, pero el problema no es hacerlo, sino cómo.
Entremos en contexto. En febrero, Gucci mostró en pasarela un jersey “balaclava” cuya parte superior era un cuello alto en forma de pasamontañas con una abertura en la boca y los bordes en color rojo; esto era una alusión —quizá no muy real— al maquillaje blackface, lo cual es una ofensa racista de mal gusto. Entonces viene la disculpa y las medidas para intentar una justificación y reivindicarse, claro.
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Luego de lanzar un comunicado que explica el motivo de algunas reuniones posteriores que tendrían el CEO de Gucci y el director creativo para poner en marcha acciones en favor de la igualdad y así evitar futuros accidentes, se anunció una iniciativa llamada Changemakers que cuenta con 4.5 millones de euros para apoyar un cambio social enfocado en programas especialmente para la comunidad afroamericana. Además, contarán con becas y cursos para evitar este tipo de irregularidades en el mundo de la moda.
Marco Bizzarri, CEO de Gucci, aseguró que el diálogo es la solución a todo; por ello, luego de escuchar la historia del equipo y deducir que no pretendían ofender a nadie, sino mostrar una prenda más, llegó a la conclusión de que el racismo está implementado por otras mentes y los medios, por lo que ayudaría a quitar este estigma involucrando más a la comunidad afroamericana en la moda.
Pero, ¿qué tanto ayuda realmente?
Según algunos críticos, la nueva iniciativa de Gucci más que ayudar a crear conciencia y limpiar su nombre, lo mancha más, ya que están dando por hecho que la comunidad de color no tiene las mismas oportunidades y que “se necesita más de ellos en la moda”, pero ¿qué pasa con los asiáticos o los latinos? ¿Acaso no merecen la misma oportunidad? Sí, se está hablando de otra forma de racismo, misma que se vislumbra cuando se excluyen al resto de los habitantes estadounidenses.
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Esta campaña de sensibilización sobre diversidad e inclusión es una buena ayuda, pero no estamos seguros si es lo suficientemente adecuada para pedir disculpas o para solucionar ese error en pasarela. Estamos seguros de que es una buena acción, aunque quizá falta un poco de perspectiva en sus programas y acciones y más allá de implementarlas con rapidez, deben ser mejor analizadas y puestas en marcha con un poco más de contexto.
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