En la época de las cavernas no había un concepto que definiera a la moda. Pero, a pesar de todo, el estampado más longevo nació en esa época. Hablamos del animal print. Aunque en aquellos años era usado para sobrevivir, pasó a ser el estampado más importante y básico en el mundo de la ropa. su importancia es tal, que hoy no podemos imaginar un armario sin él.
Sin embargo, en el siglo XVIII, Luis XV ordenó a sus modistos que diseñaran prendas con estampados que imitaran a los leopardos par a sorprender a su esposa María Leszczynska. Otros reyes y personas importantes de la monarquía comenzaron a ver esto como un símbolo de poder y jerarquía por lo que se convirtió en la prueba máxima de poder. Así pasaron los años y quedó en el olvido, pero hoy, está más que presente.
La verdadera tendencia comenzó en los años 20 con Gloria Swanson usando este estampado en detalles que la hacía lucir elegante y le daban un aire mucho más casual en las prendas.
Sin embargo, fue hasta los año 40 cuando la revolución femenina consolidó el animal print como un sinónimo de posición alta en prendas como abrigos, principalmente.
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Pero como es de esperarse, se mantuvo un poco estancada, así que fue hasta los 50 cuando Bettie Page se unió a Dior para una colaboración en donde involucraban el animal print. No sólo los abrigos de piel imperaban en su armario, también los vestidos, trajes de baño. Blusas y cinturones. Cabe señalar que la mayoría de los diseños de la maison eran hechos de pieles reales.
Esto no se quedó ahí, ya que el rock n’ roli empezaba a ser sumamente importante y así, ya en los 60, el estampado se convirtió en sinónimo de elegancia y glamour. No es extraño que Keith Richards o Debbie Harry se sumaran a la tendencia en señal de locura, estilismo y sensualidad.
Aunque había otro grupo de personas que también se sumaron al animal print, aunque de manera mucho más sofisticada. Ahí tenemos a Jackie Kennedy, Elizabeth Taylor y Marilyn Monroe, aunque era la primera dama de los EU aquella que popularizó los abrigos olvidando un poco la locura dele estampado.
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Esto no duró tanto, puesto que el rock otra vez se apropió de ello y luego de ser el máximo estatus de elegancia, se volvió algo sucio, anti-poder, violento y exquisito, cualidades que emanaba el rock y el punk. Sí, el rompimiento con la élite fue aquello que marcó la nueva era del estampado.
Rápidamente, los diseñadores tomaron esa suciedad y la revolucionaron al grado de crear chalecos, faldas y mucho más. Ya en los 80 el rock n’ roll tomó dicho print y lo transformó en mallas glam, principalmente. Recordemos a Aerosmith y Mötley Crüe. Esta vez veíamos el estampado en colores brillantes y llamativos, extraños, pero afortunados. Hot as hell…
Pero los noventa llegaron para terminar con esa extraña era en la que estampado animal era muy recurrido y aunque hubo diseños de Versace —principalmente— lentamente las personas comenzaban a rechazarlo ya que el uso de pieles reales estaba terminando con la fauna mundial. Esto era un verdadero problema porque el uso de pieles no sólo se traducía a accesorios o texturas falsas.
Ahí está la Nana Fine, quien trató de mantenerlo en tendencia transformándola en algo excéntrico y ya no era señal de status quo, sino de simpleza, escándalo y atrevimiento.
PETA denunció los abusos en contra de los animales y deshumanizó las pieles animales, por lo que las marcas dejaron el estampado fuera de sus diseños, salvo Gucci, quien se negó a renunciar a ellas, al final es de esas tendencias que nunca pasan de moda y es real. Tiene transformaciones, pero nunca deja de existir. Así nació en faux fur.
Hoy el animal print no tiene nada que ver con los animales, ahora es mucho más agradable y no deja de ser favorable. Es de hecho, una tendencia que a pesarle no imperar todo el tiempo, se mantiene y no desaparece. Hoy es un básico en el armario y puede ser un abrigo, un par de zapatos y blusas, entre muchas otras cosas. Así que no podemos olvidar el poder de una prenda de animal print. De las cavernas al armario actual, ese es el legado del estampado más fabuloso del mundo.
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