Excéntrica e inigualable, así es Björk, quien a sus 53 años se ha caracterizado por lograr y desarrollar un estilo tan peculiar y a la vez tan vanguardista por el que se ha convertido en musa de diseñadores del tamaño de Alexander McQueen, Jean Paul Gauthier y obviamente Iris Van Herpen.
Historias surrealistas plasmadas en el escenario, panoramas imaginarios, magia retratada en alta costura y visión futurista, Björk no ha sido como las demás y tampoco lo pretende, ella ha evolucionado con su propio estilo, no teme al qué dirán y no le importa realmente.
De hecho, en alguna ocasión comentó: “No me gusta la moda en sí, me gusta el ángulo creativo, ese donde la gente se expresa. Pero no me gusta cuando hay demasiada gente a la que se le dice qué hacer, como el fascismo de las revistas que dicen a las mujeres que se mueran de hambre, y ellas obedecen”.
Es por eso, que decidimos analizar algunas de las acciones por las que la cantante islandesa, sí es reconocida como fashion icon en la industria de la moda:
Portadas inigualables
Con apenas 11 años de edad, Björk lanzó su primer disco, el cual fue diseñado por su madre y que tenía una clara influencia hippie… de ahí en adelante, todo fue arte. Pero fue con “Post” con el que alcanzó la fama mundial a manos del icónico Alexander McQueen gracias a un vestido de geisha que traspasó fronteras en la misma portada y que sirvió para fortalecer una amistad entre ambos, de la cual resultó el vídeo “Alarm Call’, dirigido por el mismo McQueen, así como diversos estilismos por parte de él, entre alas de madera y falda de plumas, hasta la trágica muerte del diseñador.
Más tarde, en 2004 surgió “Medúlla”, cuyo centro estuvo en el tejido de cabello, como si se tratara de una cesta artesanal… después “Volta”, un álbum envuelto en magia de colores, acorde a los ritmos tribales. Así como “Biophilia”, una de las tantas veces en las que Björk ha trabajado con la emblemática Iris Van Herpen, jugando con su característica técnica de impresión 3D.
Red carpet
La alfombra roja también ha sido testigo de la excentricidad de Björk y en múltiples ocasiones, pero uno de sus pasos más memorables fue en los Oscars del año 2011, y es que ¿quién puede no recordar el vestido de cisne?
Creado por el diseñador originario de Macedonia, Marjan Pejoski, aunque fue (y sigue) siendo objeto de memes, consagró la figura de la cantante islandesa para siempre. De hecho, en su retrospectiva en el MoMa, este fue uno de los trajes más vistos de la colección, obviamente.
Y así, como esa aparición, quedaron en la memoria de muchos, algunas otras… como en el concierto anual Prince’s Trust en el Royal Albert Hall de Londres del 2003, enfundada en Alexander McQueen, o también en el festival musical Sónar 2017 al que asistió en un look repleto de pequeñas perlas del diseñador holandés Marlou Breuls, quien se inspiró en el pintor Vincent Van Gogh.
On stage
Efectos visuales que van más allá de lo real, formas, colores y movimiento, cada show de Björk es una cosa de otro planeta, y es tan mágico desde los efectos hasta el vestuario de la islandesa.
Sus tours son toda una experiencia, de hecho son reconocidos por plasmar más allá de la música y transmitir un montón de sentimientos a través de la melodía y lo visual a los espectadores.
En su actual tour #Cornucopia, el vestuario fue pensado por la maravillosa diseñadora holandesa Iris Van Herpen, reconocida por jugar con la magia de la impresión 3D en cada una de sus piezas, entre pliegues y movimiento. Y del que también forman parte otras firmas como Balmain y Gucci, lo cual lo convierte en una experiencia totalmente diferente que lo colocan como uno de los mejores espectáculos musicales, y que solo está a unos cuantos días de llegar a México.
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