¿Cuál es el escote más representativo en la historia de la moda?
No lo pienses, es aquel que JLo se encargó de hacer inmortal: El Versace que usó en la entrega del Grammy 2000.
Era arriesgado, casual y muy sensual. En definitiva pocas personas pueden usarlo y lucir así de geniales.
Lo cierto es que la historia nos ha mostrado muchos ejemplos en los que el escote es protagonista, pero no sólo son importantes en una imagen o para la persona que lo porta; sino para toda una sociedad de mujeres que se despojaron de los prejuicios y se enfundaron en prendas que dejaban ver parte de sus senos y que tuvieron como consecuencia amor propio. Éste no es cualquier cosa, de hecho, es una de las mejores sensaciones de la vida.
Por eso, por ser una señal de liberación, de ideas y de sensualidad, le tenemos un profundo amor al escote. Así que conoce su historia y súmate a él sin pena y con orgullo.
Al principio, María II de Inglaterra utilizaba escotes pronunciados, de tal modo que dejaba ver sus senos casi a totalidad. Sin embargo, los tobillos y los hombros debían permanecer ocultos siempre.
Ana Bolena era una de las principales exponentes de la sensualidad. Los escotes estaba permitidos, pero no tan amplios.
Posteriormente, María Antonieta, otro gran ícono de la moda, usaba escotes cuadrados y pronunciados, aunque eran bien vistos, gracias a que la moda en aquellos tiempos era sinónimo de sensualidad y estilo.
Eugenia de Montijo popularizó las capas, los vestidos de hombros caídos y el escote largo. No obstante, los decoraba con joyería y broches que cubrían un poco su piel.
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Las mujeres de la primera década del siglo XX eran mucho más abiertas, ya que el mostrar senos (o una parte de ellos) no era mal visto; al contrario, era sinónimo de feminidad y libertad sexual. Propia del nuevo siglo.
En la Primera Guerra Mundial hubo una especie de retroceso, ya que los escotes se terminaron y redujeron a casi nada, por lo que el cuerpo era prohibido, por decir lo menos.
Una década después, el escote se abrió un poco, pero era más un cuello redondo que no dejaba ver mucho.
Y cada vez se hacía más amplio como en los años 30, pero el largo de las faldas también crecía, ya que era “peor” que se vieran los tobillos, que el pecho.
Ya en los 40, los escotes en V se hicieron normales, pero nunca tan pronunciados. De igual manera, las mujeres comenzaban a mostrar sus piernas. El mundo se hacía mucho más abierto.
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A la mitad del siglo el escote cuadrado y recto era lo primordial. Claro, no dejaba ver mucho, pero en realidad no se necesitaba hacerlo.
El boom de las divas del cine se propició en los 50 y fue gracias a eso que Marilyn Monroe y sus escotes “de corazón” le dieron al mundo el ícono de moda y sensualidad más grande del mundo.
Pero en los 60, la creación de la minifalda rompió esquemas y paradigmas; el escote se mantuvo pequeño y poco visible.
El escote redondo era el favorito de las mujeres que preferían andar libres por la vida, como Twiggy.
Sim embargo, las aperturas a la altura del pecho daban un plus al look setentero.
Aunque todo dependía del estilo de vida de las mujeres, algunas se despojaban de sus ropas con escotes pronunciados y faldas cortas, porque el mundo cada vez tenía menos prejuicios.
El tipo halter, tirantes delgados, de corazón… todos eran válidos antes de los 80.
Pero en los ochenta el de corazón volvía a estar en boga. Madonna emulaba a Marilyn Monroe para reafirmar su lugar como la reina del estilo.
En los noventa, bastaba con cubrir apenas un poco, justo como lo hacía María II de Inglaterra, demostrando que la moda es cíclica y, en este caso, el escote y su apreciación también. Parecía que no podía evolucionar más.
Llegando al nuevo milenio, el escote se movió a la parte trasera para convertir a la espalda en lo más sensual de una mujer.
JLo llevó el escote a otro nivel, pero antes y después de ellas hay muchas representantes que han hecho del ese detalle, algo que hoy celebramos porque se trata de romper con lo establecido y con ideas absurdas que lo involucran. Usar un escote es un acto rebelde aún ahora, así que rompamos esas ideas más seguido.
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