El Grand Palais en París se vistió para este show de un níveo sueño alpino. Chanel presentó este martes 5 de marzo 2019 su colección otoño/invierno; la última dirigida a completud por Karl Lagerfeld. Aunque el káiser dijo claramente que no deseaba ninguna suerte de homenaje o despedida, era claro que ni Fendi ni la mítica maison de las dos C engarzadas permitirían la partida de su máximo líder sin pronunciación alguna; desde que los invitados al desfile recibieron un mensaje donde se leía la leyenda The beat goes on… (el ritmo continúa) y se dibujaban las siluetas de Lagerfeld y Coco firmadas por el diseñador alemán, se supo que el desfile en totalidad sería un viaje nostálgico, un paso en la historia de la moda y una emotiva despedida.
El show, puro y calmo hasta donde el blanco siempre lo permite, comenzó con la salida de las modelos, marcada por un invernal cascabeleo. Un minuto de silencio en memoria del genio se abrió paso entre los asistentes, que a la fuerza fueron callados por la inquebrantable mirada de las mujeres Chanel en display. Finalmente, Cara Delevingne, musa lagerfeldiana, abrió el show en traje, abrigo y sombrero: un western de tweed muy montañés.
Para el invierno 2019, el difunto Lagerfeld y Virginie Viard idearon un Chanel menos teatral, pero lleno de artisticidad y revisión archivística para los clásicos de la firma, ahora convertidos en fantasía montaraz. Una fábula repleta de siluetas funcionales y prácticas –aquí no cupieron los estruendos del couturier–; faldas que juegan con la arquitectura de la midi, palazzos, blazers, camisas y jerséis que se forman en la lana, buscan su complemento en botas de pelo corto, accesorios ladylike y una marcada macrotendencia a los años 70 que ha envuelto a todo el año, al parecer.
Sin olvidar, claro, que el corazón de la marca se encuentra en la alta costura y por ello el trabajo artesanal en plumas, paillettes (lentejuelas) y volantes, no se hizo esperar en el show de ready-to-wear. Justo como lo lució Penélope Cruz en pasarela; una de las grandes sorpresas durante este festejo.
Penélope, mujer en extremo unida a Lagerfeld y embajadora de la enseña, modeló a manera de adiós un vestido corto en color blanco que la convirtió en una singular reina polar. Más aún, puesto que fue la única mujer que durante el show sostuvo en su mano izquierda una camelia blanca, flor favorita de Coco Chanel y un signo distintivo de la casa que tanto ha dado a la cosmogonía del fashion. Penélope, aunque con una sonrisa tranquila, no pudo ocultar su lástima.
Así como el resto de las modelos, quienes rompieron en llanto al salir para el finale del show mientras sonaba de fondo ‘Heroes’ de David Bowie. Grandes personalidades del sistema aplaudieron desde sus asientos; Anna Wintour, Naomi Campbell, Claudia Schiffer y Kristen Stewart, entre otros, dijeron «hasta luego» en el front row más abarrotado de la Semana de la Moda en París.
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