¿Qué tanto cuidas tu piel? Cuando hablamos del cuidado del cutis hay muchos puntos a tratar. ¿Tienes una rutina fija de skincare o cambias de acuerdo a las tendencias? Debemos de ser cuidadosos porque seguir lo que está de moda no es necesariamente malo, sólo debes ser precavida ya que las tendencias no se crean para satisfacer necesidades personalizadas, sino que buscan impulsar el mercado general. No todos los productos le ayudan de la misma forma a todos pero dejando de lado la amplia variedad de productos, quiero decirte algo muy importante que tal vez no sabías: La forma en la que te hablas y tratas, influye mucho en cómo se ve tu piel. Podrá sonarte a choro mareador pero no lo es, te prometo es más real de lo que piensas. Aquí te van algunos tips.
Un diálogo interno positivo contigo misma influye mucho.
Si lo que haces constantemente es estarte fijando en todo lo que está mal con tu piel y buscando imperfecciones, empiezas a perder de vista lo que está bien y lo que necesita para mejorar. Entonces te dedicas a buscar productos que únicamente van a corregir lo que no te gusta y lamentablemente hacer eso puede ser totalmente contraproducente. Tienes que encontrar un propósito y trabajar sobre él. Una buena rutina para el cuidado de la piel empieza desde adentro: queriéndonos, hablándonos bonito, respetándonos y amando ambas partes de nuestra piel, lo que nos gusta y lo que no.
Es posible que te estés aferrando a viejos problemas y tratamientos del cuidado de tu piel
Hay muchos diagnósticos erróneos y eso también puede alentar a que tengamos un diálogo negativo con nosotros, pensando que nuestro problema en la piel no tiene solución. Por ejemplo, si creciste con acné lo más probable es que toda tu vida hayas usado productos especializados para esto, cuando lo más seguro es que ya no los necesitas más. Esta identidad cutánea autoimpuesta puede ser contraproducente para la forma en que la persona debería cuidar su piel en la actualidad. Nuestra piel cambia y evoluciona con el tiempo, debemos estar dispuestos a desarrollar nuestro propio lenguaje y hablar con nosotros mismos con él.
No busques soluciones rápidas
Hay una inmediatez en la forma en que hablamos de las rutinas de belleza. “¡Arregle esto de la noche a la mañana!”, “¡Obtenga una piel clara en tres días!”, “¡Ilumine su cutis ahora!”. Esto puede llevarnos a tener la mentalidad de que, a menos que veamos resultados inmediatos, el producto no es efectivo. Esto nos hace sentir que fracasamos. Puede ser que todos aquellos trucos y productos para el cuidado de la piel que prometen resultados inmediatos no los van a sostener a largo plazo. Eso no quiere decir que no sean válidos, o útiles pero si es necesario enfocarse en la longevidad sobre la inmediatez para obtener mejores resultados.
Las forma en la que hablamos de nuestra piel y de nosotros mismos influye en nuestras acciones. Entonces, si quieres formar una mejor relación con tu piel y desarrollar mejores hábitos de belleza empieza a hablarte bonito.
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