Cuando llega a nosotros la insistente necesidad de ir con estilo a cualquier lado, no hay fuerza en la tierra capaz de impedir que busquemos, a como dé lugar, la manera de lucir bien en cada sitio que pisemos. De repente la búsqueda del atuendo perfecto nos convierte en esclavos definitivos de su propósito, donde lo único que importa es destacar entre los demás.
Quienes se entregan a las redes de la moda de manera incondicional, terminan por olvidar un detalle sumamente importante: lucir un buen look nunca va a ser más importante que sentirse bien. Hay que decirlo, actualmente ningún diseñador o modelo va a anteponer la idea de confort al concepto de belleza que cada cultura maneja desde su muy particular punto de vista. Estamos en una época en la que el estilo dejó de ser algo que se sufre y donde la moda volteó su mirada a la comodidad cual bandera y elemento principal de todo vestuario.
De modo que, para llevar un estilo único, no debes ver a tus prendas como inhumanos métodos de tortura, ni mucho menos debes convertirte en tu propio verdugo. Existen ocasiones en las que la comodidad será lo único en lo que debas preocuparte; por ejemplo, mientras viajas. Aunque es cierto que resulta imprescindible llevar el glamur a todos lados, las personas no podrán notarlo mientras te incrustas en el asiento de cualquier transporte.
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Nunca utilices ropa veraniega o demasiado fresca durante el trayecto. Algunos transportes son realmente fríos, así que para evitar comprar una pijama horrible en la próxima parada, usa algo ligero pero abrigador.
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Tal vez es una buena idea que por un par de horas cambies tus vaqueros ajustados sensuales por unos joggers y un cómodo par de sneakers. Es cierto que siempre debes lucir espectacular, pero si eso pone en riesgo tu comodidad, tal vez quieras pensarlo dos veces.
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Aunque nadie puede resistirse a un buen par de tacones, maniobrar durante un viaje usando estos zapatos puede ser un verdadero problema, sobre todo en aviones con pasillos angostos.
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Para lograr un buen look siempre es necesario agregarle algo de brillo; sin embargo, debes pensar dos veces antes de usar lujosos collares y joyería en general mientras viajas. Usarla, sobre todo en los aeropuertos, donde piden que te quites todo el metal que llevas encima, puede ser algo muy bochornoso.
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Si ir con mucho equipaje a veces es un fastidio, imagina lo que debe ser llevarlo puesto. A menos que te dirijas donde el frío sea insoportable, es mejor que dejes tus chamarras gruesas en casa.
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No hay nada más cierto que el hecho de que mientras viajas tu cuerpo comienza a hincharse; es por eso que debes descartar cualquier cualquier prenda ajustada de tu outfit para el viaje; desde unos clásicos pantalones ajustados a un atrevido crop top, es mejor que guardes esas prendas para cuando llegues a tu destino.
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Esto se puede decir sin tantos rodeos: aunque te haga lucir increíble, no uses sombreros mientras viajas.
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Lucir espectacular en todos lados es tentadora; sin embargo, la comodidad es aún más importante para llevar un día relajado y sin presiones extra. El mundo ya es un lugar demasiado abrumador como para sentirnos mal con algo que, en esencia, sirve para hacernos sentir bien y seguros de nosotros mismos.
Fuente:
Who What Wear