De entre todo lo que hoy nos atraviesa como ciudadanos globales del mundo, como personas totalmente influenciadas por la cultura norteamericana, como herederos directos de las bondades y decepciones del American Dream, no hay nada más USA en nuestro imaginario que la bandera de barras y estrellas con colores azul, rojo y blanco. Obviamente. Sin embargo, y hablando con franqueza, no fue hasta que se grabaron en su interior las iniciales de Ralph Lauren, que su significado traspasó barreras y geografías un millón de veces más.
Ese nombre que desde su popularización se ha encargado de dar vida y total representación de lo estadounidense a cualquier aspecto de esta vida, es quizás el mejor vehículo de lo que actualmente entendemos gringo. Finalmente, fue su visión de la imagen yanqui lo que hizo que muchos, estemos EN donde estemos, vistiéramos con la bandera de EE.UU.
Basta con ver alguno de sus spots televisivos entre los años 80 y 90 para saber que, tanto él como su marca homónima, son el perfecto símil entre el american way of thinking y la idealización (sin fronteras) del vestir norteamericano. Ya sea para publicitar sus fragancias –Chaps y Safari son el ejemplo perfecto–…
… o para promocionar su línea de Polo Jeans…
https://www.youtube.com/watch?v=3QA4-X_BfYM
… Ralph Lauren ha sido un diseñador que marcó nuestras vidas más de lo que imaginamos. Su simplicidad, sobriedad y certeza de análisis en torno a lo americano, hicieron que un estilo de vida, incluso un deporte ajeno para muchas personas, conformaran un panorama poderosísimo y efectivo para la indumentaria global.
Ahora, festejando 50 años de revolucionar el clóset del mundo entero, recordamos cuáles fueron los episodios definitorios en su trayectoria.
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Su nombre era Ralph Rueben Lifschitz. Después hizo el cambio.
Sus padres eran inmigrantes judíos asquenazíes que se mudaron al Bronx.
Ralph comenzó como vendedor para Brooks Brothers en la tienda de Madison Avenue cuando tenía 24 años y no contaba con nada de experiencia en Moda.
Ralph hizo sus primeras corbatas con retazos de tela y las vendió afuera del Empire State. Su primer acercamiento con el éxito fue éste.
Su primera inspiración fue el actor Douglas Fairbanks Jr.
Cuando comenzó a vender en Bloomingdale’s, alguien le sugirió que no usara su nombre en las etiquetas. Además de que eso no sucedió, el equivocado consejo ahora resulta risorio.
Su primera colección para mujeres salió en 1971 bajo la insignia Polo Ralph Lauren.
Robert Redford en la versión de 1974 para El Gran Gatsby viste de Ralph Lauren.
Asimismo, la famosa chaqueta de Diane Keaton en Annie Hall es de su marca.
La primera ocasión en que se conocieron las camisas polo de Ralph fue en 1972 y estaban disponibles en 24 colores.
La mansión Gertrude Rhinelander Waldo House, donde está la flagship de Lauren, es uno de los edificios más importantes y con más historia en Manhattan.
Fue gracias a la firma de Lauren que en la historia apareció el primer supermodelo afrodescendiente en una campaña: Tyson Beckford.
Apareció en dos ocasiones como él mismo en Friends.
Ralph Lauren fue el primera diseñador en vestir a los participantes de Wimbledon. Corría el año de 2006.
Su nombre se pronuncia Ralf Low-ren…
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Y sí, es gracias a la narración fantástica del horizonte norteamericano que las camisas a cuadros, los chalecos acolchados, los colores vibrantes en camisas polo, las grandes chamarras en mezclilla, los suéteres preppy y la pintura del bosque imponente o la ciudad cosmopolita se han incrustado en nuestra mente; sin embargo, no fue hasta bordar en sus etiquetas dos grandes letras (RL) que todos formamos parte de ese relato extraordinario
