Melania Trump está lista para el 20 de febrero, el día que su esposo, Donald Trump, dejará la presidencia de Estados Unidos. Esto significa el fin de su título de Primera Dama por lo que ha aprovechado para enviar un contundente último mensaje al mundo pero sobre todo despidiéndose de los norteamericanos.
Publicó en las redes sociales de @FLOTUS en Twitter e Instagram un video de casi 7 minutos donde tranquila e intentando conciliar, habló sobre los hechos en su país relacionados con el asalto al Capitolio.
“Apasiónense con todo lo que hacen pero recuerden que la violencia nunca es la respuesta y nunca estará justificada. No pierdan de vista nuestra integridad y valores. Aprovechen cada oportunidad para mostrar consideración por otra persona y creen buenos hábitos en su vida diaria. (…) Centrémonos en lo que nos une, elevémonos por encima de lo que nos divide. Elijamos siempre el amor sobre el odio, la paz sobre la violencia y los demás antes que tú.”, dijo.
También tocó otros temas como el reconocimiento a los héroes estadounidenses y uno de sus más grandes preocupaciones y ocupaciones durante su mandato: la educación de los niños.
Lo han nombrado como su mejor discurso hasta ahora. De igual forma, expertos aseguran que los fanáticos han aplaudido tanto esta aparición pública no solo por sus palabras (que sí se agradecen mucho) sino porque hay todo un trabajo detrás de aquel video para hacernos crees que la aún Primera Dama tiene las mejores intenciones pacificadoras.
Melania Trump, dicen los investigadores, desde que pisó La Casa Blanca ha tratado de mantenerse alejada de todas las polémicas de su esposo, Donald Trump; sin embargo, ha buscado la manera más discreta para manifestarse usando la vestimenta como medio de comunicación. Recordemos la polémica chamarra que decidió llevar a una visita con inmigrantes que decía en la espalda “Realmente no me importa, ¿y a ti?” o los zapatos animal print que usó en su visita a África. Esta vez no ha sido la excepción y decidió aparecer lo más seria y sobria posible para no desviar la atención de lo que estaba diciendo.
Es fiel seguidora de los abrigos llamativos, sobre todo en esta época de invierno; sin embargo, en esta ocasión optó por un traje gris de chaqueta y falda firmado por Dolce & Gabbana totalmente discreto, sobrio y serio. Lo combinó con su ya reconocido peinado suelto con ondas ligeras y un maquillaje natural dejándole el protagonismo a sus pequeños ojos. No lleva ningún accesorio, ni aretes, collares o algún brazalete. Melania Trump dejó todas las extravagancias para otro momento y por ahora se centró en convencer con su discurso inolvidable.
“No existen palabras para expresar la gratitud que siento por haber tenido el privilegio de servir como Primera Dama. A toda la gente de este país: van a estar en mi corazón para siempre. Gracias. Que Dios los bendiga y que Dios bendiga a los Estados Unidos de América”, terminó, Melania Trump.
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