Terminó la Semana de la Moda en Milán correspondiente a las propuestas de Primavera/Verano 2020, y después de que Jennifer Lopez se llevará toda la atención, gracias a su participación en el desfile de Versace, otra de las marcas favoritas y más esperadas de todo mundo, dio mucho de que hablar, sí, hablamos de Gucci.
Desde la llegada en enero de 2015 de Alessandro Michele al frente de la dirección creativa de Gucci, los paradigmas de la firma italiana han dado un giro de 180 grados, y no es para menos, la firma se ha enfocado en las generaciones más jóvenes: sus inquietudes, los retos a los que se enfrentan día a día, así como ha tratado de mandar un mensaje a través de las prendas con un toque muy peculiar que revoluciona a la industria de la moda.
Sin embargo, en su colección más reciente presentada en la Semana de la Moda en Milán, parece que todo le resultó contraproducente; el desfile albergado en un recinto completamente blanco con una banda transportadora (de aeropuerto) en la que los modelos pasaron, no recibió el apoyo esperado.
Todo comenzó cuando al principio del desfile, aparecieron 21 modelos descalzos vistiendo estilismos totalmente blancos que se basaban en chamarras y camisas de fuerza haciendo alusión a los pacientes de un sanatorio y abordando el tema de salud mental.
What? Así es, Alessandro Michele dejó por un momento de lado, el color y la lentejuela, para intentar mandar un mensaje de apoyo a las generaciones más jóvenes y todos los retos a los que se enfrentan.
Pero no todos estuvieron contentos con ese afán de mostrar así, la manera de asumir las enfermedades del siglo XXI, pues en plena pasarela, una modelo protestó mostrando en sus manos la frase: “La salud mental no es moda”.
Lo que hubiera parecido parte del show, se trató de un acto totalmente inesperado e improvisado, ya que, la modelo Ayesha Tan Jones, tomó una pluma antes de salir al desfile y escribió en sus manos la frase, dejando en claro su desacuerdo por asumir las enfermedades mentales como un fetiche.
Más tarde, Ayesha Tan Jones tomó su Instagram para aclarar su desacuerdo e inconformidad con el intento de Alessandro Michele. En el post escribió: “Como artista y modelo, he experimentado mi propia lucha con la salud mental, así como miembros de mi familia y seres queridos, que han sido afectados por depresión, ansiedad, bipolaridad y esquizofrenia. Es doloroso e insensible para una firma como Gucci, usar esta imaginería como concepto para un momento fugaz de moda“.
Pero, no todo quedó ahí, más tarde, Gucci señaló a través de su cuenta en Instagram que “Las camisas de fuerza fueron presentadas en el desfile de Gucci SS20 como la versión más extrema de un uniforme dictado por la sociedad y quienes lo controlan. Las prendas fueron una declaración para el desfile y no se venderán”.
También mencionó que Alessandro Michele: “diseñó estas prendas de estilo blanco para representar cómo a través de la moda, el poder se ejerce sobre la vida para eliminar la auto-expresión”.
Gucci ha sido una de las firmas más preocupadas en el tema de diversidad y medio ambiente en la industria de la moda, su mensaje en el desfile, aunque con un buen afán (al parecer) fue ciertamente un error que se mal interpretó y por lo que, una vez más, vuelve a estar en el punto focal de la crítica, pues aún nadie olvida su escándalo sobre su suéter “black face”.
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