La vida te ha preparado para esto. Desde pequeña has soportado cientos de tirones hechos por el peine y la desesperación de tu madre que, justo un par de minutos antes de llegar a la escuela, se decidía a peinarte de la mejor manera. A pesar de la tortura y las lágrimas que derramabas –por más extraño que parezca– siempre lograbas llevar el “peinado perfecto” para ir a la escuela con un aspecto pulcro y sin señal de que una media hora antes seguías en tu cama soñando con ese algo que no te dejara asistir a clases.
Hay que aceptarlo, hablar de peinados siempre implica ─por lo menos─ aludir a un poco de prisa o dolor provocados por el estrés que causa no ser precisamente un experto en peinados. Quizás es por ello que las pelucas se volvieron un bien muy codiciado entre la realeza desde tiempos del Antiguo Egipto, donde sólo a los faraones y altos mandos del gobierno les era permitido usar estos bellos artefactos de los cuales existen bastantes ejemplares repartidos en varios museos de historia antigua. Sin embargo, aunque sigue siendo ─de una u otra forma─ una opción, el usar peluca ya no es tan necesario cuando, al ser una parte de ti, el cabello está dispuesto a cooperar para que puedas lucir arreglada en todo momento sin tener que derramar una lágrima a causa de los tirones.
Incluso cuando el tiempo no está a tu favor, puedes valerte de algunos trucos para lograr un peinado espectacular en menos de cinco minutos. Lo mejor es que para lograr cualquiera de estos looks no necesitas ni siquiera una cantidad exagerada de objetos o productos, apenas usarás un par de pasadores o ligas para que esos 5 minutos sean los mejores invertidos de todo tu día.
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Recogido a un lado
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Cepilla muy bien tu cabello hasta que quede lo suficientemente liso. Una vez que se pueda manejar sin problemas, sepáralo en dos partes.
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Toma uno de los mechones y comienza a trenzar desde la sien, aunque si quieres lograr el peinado en mucho menos tiempo, puedes intentar enroscarlo con tus dedos.
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Cuando llegues a la parte trasera de tu cabeza, sigue hasta el lado opuesto para poder enganchar la trenza con el resto de tu cabello. Puedes usar pasadores o broches discretos para asegurar que tu cabello no va a moverse.
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Con ayuda de tu plancha puedes alaciar u ondular el cabello que queda suelto del otro lado
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Trenza francesa
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Cepilla cuidadosamente tu cabello y divídelo en varios mechones yendo de arriba hacia abajo.
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Comienza a trenzar el primer mechón a la manera tradicional y antes de llegar al final del mechón puedes ir añadiendo los demás mechones hasta que termines la trenza que sujetarás con una banda elástica para el cabello.
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Braid Crown
Que no te engañe su nombre, es más sencillo de lo que parece. Primero tienes que cepillar tu cabello hasta que te sea sencillo separarlo en dos mechones perfectamente iguales.
Trenza cada una de las secciones a la manera que más te guste y cuando hayas terminado, pásalas por encima de tu cabeza hasta formar una corona o aureola alrededor de ella.
Asegura la trenzas con pasadores a modo de que no se muevan de su lugar.
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Bun con trenzas
Primero tienes que hacer una trenza francesa desde la parte baja de tu cabeza hasta el punto en donde quieras poner tu bun.
Une la trenza con el resto de tu cabello hasta formar una coleta.
Para formar el chongo necesitarás un sock bun con el cual le darás volumen para que no luzca flácido o mal hecho.
Si después de hacer el bun queda cabello sobrante, puedes trenzarlo y enrollar esa trenza en la base.
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Low rolled bun
Cepilla tu cabello y haz una coleta en la base de tu cabeza, justo a la altura de la nuca.
Por arriba de la liga con la que anudaste debes hacer una apertura con los dedos que divida tu cabello en dos partes iguales.
Para hacer el bun tienes que pasar la coleta por el centro de la apertura que abriste con tus dedos y enrollarla sobre la liga cuantas veces sea necesario. Si quieres darle volumen puedes usar tus dedos índices para separar las “capas”.
Con un par de pasadores asegura el “rollo” al cabello que está justo debajo de él, en el área de la nuca.
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Gracias a estos peinados es posible que, después de años de tortura, te olvides de aquellos tirones y lagrimas causadas por la prisa. En cuanto pruebes alguno de estos peinados ya no volverás a ver como una tortura la hora de peinarte; sino que volverás a sentirla como el mejor momento de tu día.