Quebrar con los estigmas del género, romper con las batallas de la sexualidad y descubrir nuevas formas de expresar lo que humanamente entendemos por belleza –o sensualidad– son tres tareas que entendemos estrictamente en el ámbito político. Pero, ¿qué más político queremos en el día a día que el vestir mismo? Sí, todo lo que habita, sale y entra de nuestro guardarropa es uno de los elementos más importantes en el statement político de cada uno de nosotros. En tanto las prendas son esos dispositivos que muestran esencialmente nuestro pensamiento y la manera en cómo solucionamos la vida, y éstas se activan sólo al momento de ser portadas –pues por sí solas no son capaces de decir lo que se espera–, debemos entender entonces que cualquier pieza de ropa en nuestro poder es una palabra de todo un yo-mensaje. Cada prenda es una oportunidad para expresar de dónde venimos, qué es lo que hacemos, cuáles son nuestros intereses y cómo actuamos ante diversas circunstancias.
Y los hombres no estamos exentos de ello. Hoy menos que nunca. En el género masculino se están visibilizando códigos y lenguajes que antes no teníamos permitido usar; mediante una revaloración de las políticas de representación que habíamos tenido hasta ahora y una ruptura de esa imagen estática tan celosamente cuidada por el conservadurismo, tenemos en la actualidad mayor ocasión para explorar de qué forma ser hombres.
Más allá de las reformulaciones que puede tener el vestir en temas de reproducción, roles domésticos, autoridades, privilegios y desempeños, la ropa es uno de los tantos vehículos para actualizar los mensajes de lo que pretendemos y deseamos en términos de sensualidad. En los últimos años hemos (re)descubierto que el sexyness de una persona –de un hombre– puede y debe alcanzarse por medio de otras estrategias; incluso si esto es a partir de prendas “femeninas” o que hemos entendido como propias de la mujer. El punto está en saber cómo y cuándo usarlas.
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Embroidered jackets
Por ejemplo, con bordados que en otro tiempo hubiéramos comprendido como exclusivos del sexo femenino. Flores, animales silvestres y colores suaves se abren paso hoy en el clóset del hombre contemporáneo. El secreto radica en que sus estructuras se amolden al cuerpo y sean el punto focal de todo el outfit.
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Pantalones floreados
Esos trousers que por años vimos en chicas, hoy son un must en los hombres con estilo. Con un ligero espíritu slip y telas seductoras, muchos hombres alcanzan el grado sumo de sensualidad con estampados delicados y gentiles. Para lograrlo a cabalidad, basta con que sean de la talla correcta y encuentren mesura con eso que llamaríamos “atuendo formal”.
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Bolso
Una vez que lo intentes, no podrás dejar de hacerlo. Es útil, práctico y sobre todo lleno de estilo. Todo está en generar un balance híper femenino con prendas masculinas y que la fuerza del conjunto recaiga en cierta androginia.
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Lace
Todas las prendas de encaje son bienvenidas. Nada más sensual que mostrar un poco de piel; cualquier prenda masculina llevada a esta textura tan femenina vale 100 % la pena.
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Transparencias
El truco de este punto es mediar el sheer y otras telas que muestren tu cuerpo con formas sólidas, incluso geométricas y que luzcan desafiantes ante cualquier esquema.
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Abrigos de fur
Porque nada puede ser más sexy que ese look rocker y salvaje que en ocasiones muestra una pieza tan sofisticada como ésta. Vigila que sus materiales tengan una apariencia trashy o vintage.
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Ponchos, capas y demás
Aunque en la década de los 60 y 70 la revolución hippie dio rienda suelta a estas prendas con la intención de orientalizar las perspectivas de Occidente, hoy las capas y diferentes tipos de hoodie se usan con la intención genuina de democratizar cuanta ropa sea posible. Ese espíritu místico nunca falla en un hombre con estilo; combínalo con el tuyo.
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Faldas
Andorginia a lo más. Desde esos looks que son tan classy con un aire de Chanel, pasando por estilos híper europeos o sumamente urbanos y desafiantes, esta prenda es muestra de cómo la ropa cambia de un género a otro si revisamos con atención su historia. Es crucial para este outfit nivelarlo con otros elementos masculinos y llegar a un díptico de géneros.
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Tacones
De todas las formas y todos los estilos, el tacón es una prenda que poco a poco regresa al hombre. Y vuelve justamente para moldear la sexualidad del cuerpo humano. Consigue una altura que te convenga y un modelo que más allá de comodidad, te dé presencia.
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Es un deber ser radicales. No hay opción. Buscar la sensualidad masculina en reglas no escritas o siquiera imaginadas es una obligación que, de no ser atendida, más vale morir y no seguir intentándolo. Si estás dispuesto a emprender este camino, lee entonces estos Consejos para hombres que desean maquillarse y 7 consejos que debes saber para conseguir un maquillaje natural.