Olvida el sexo. Ignora por un instante la imagen mental de erotismo perfecto y el coordinado impecable. Inhibe la palabra “sexy” y piensa por ti misma. La lencería no requiere de una pareja sexual, un montón de selfies o alguien que no seas tú para provocar algo más de lo que transmiten un conjunto de bra y panties cualquiera.
Deja de pensar que los diseños más allá de lo común no son para ti: te guste o no, el principio material no orgánico de cada día se compone de seda, algodón o encaje que roza con tus muslos, se desliza sobre tu entrepierna y carga con tus senos. En realidad, estas prendas te acompañarán por el resto de tu vida. De ahí que elegir adecuadamente las piezas que llevas debajo de la ropa exterior resulte no sólo deseable, también necesario y muy personal.
Creer que la elección de lencería en el día a día no es trascendente simplemente porque nadie la verá, resulta tan absurdo como creer que sólo el mundo de lo visible es real. Se trata de una necesidad inherente de cualquier cuerpo que tiende a un fin estético, sin importar su naturaleza.
El confort, la confianza y la seguridad empiezan desde la proyección mental que tienes de ti misma. La lencería debe responder a todos estos principios y de forma simultánea, funcionar como una exploración de la sexualidad femenina, un estudio sobre tu cuerpo y un recordatorio permanente sobre los placeres e imperfecciones que llevas en él.
Es al mismo tiempo, una reflexión artística, un diseño confeccionado que requiere más atención que simplemente elegir cualquier cosa de tu talla –si es que la conoces realmente–. Juega con el tacto. Déjate llevar por los bordados, la seducción de los colores o la sensación del material recorriendo tu piel. Mírate al espejo y vístete. Si elegiste la lencería que deseabas y con la que te sientes cómoda, estarás un punto más cerca de la perfección. Descubre estas diez reglas básicas para usar lencería y nunca subestimes la importancia del primer recubrimiento de tu piel:
–
La lencería sólo depende de ti. No vistes para agradar a alguien, sino para alcanzar tu ideal estético.
–
Ante la duda, elige siempre negro.
–
La seda nunca falla. Evita combinar otros materiales y obtendrás un éxito rotundo; sin embargo, no puedes tener un guardarropa únicamente de seda.
–
La lencería es parte crucial de todo outfit. Combínala siempre con el resto de tu atuendo.
–
No temas a lo kinky. De vez en cuando, arriésgate y elige aquello que nunca imaginaste usar.
–
Los conjuntos de un solo tono están bien, pero las mejores combinaciones llegan después de experimentar.
–
Un body puede ser la solución a muchos problemas. Ante la duda, elige una talla más grande.
–
Los tops son las nuevas blusas, lo mismo los bralettes.
–
Las transparencias son mejores mientras más básicas y discretas. Evita mezclar colores y harás más con menos.
–
Las tangas quedaron atrás. El culotte funciona
–
Da un salto hacia el siguiente nivel y aprovecha al máximo tus prendas luego de leer “Consejos para lucir ropa con encaje sin verte trashy”. Si te gusta experimentar con las tendencias más arriesgadas, no dejes de probar un look vintage que está de vuelta. Intenta el estilo de “Mezclilla sobre mezclilla: la tendencia de los 2000 que puedes volver a usar con seguridad”.