A los 14:
¡Ay, no. Otro barro!
A los 20:
¡Ay, no. Otra manchita!
A los 25:
¡Ay, no. Una marca de acné más!
A los 30:
¡Ay, no. Una arruga!
A los 33:
¿En serio, otra?
Nunca estamos conformes con nuestra piel, pero rara vez hacemos algo por mantenerla como queremos.
Sin embargo, es mucho más fácil de lo que parece, si tan sólo sigues una rutina de maquillaje especifica que te ayudará sin importar tu edad.
Recuerda que antes de seguirla, debes tener en mente que todos los productos que uses deben ser oil free y, si puedes, opta por cosméticos dermatológicos que te ayuden a mantener tu piel sana y sin causarle más estragos. Es simple y favorecedor. Pruébala y dale un nuevo aire a tu cara.
Paso 1:
Aplica un primer, esto ayudará, inclusive, a refrescar tu piel y mantenerla firme.
Paso 2:
Pon corrector. Sí, antes de la base. Pero no uses los dedos ni esponjas, sino brochas. Esto te ayudará a entrar en pequeñas marcas más profundas.
Paso 3:
Antes de poner tu base y enseguida de tus correctores, usa un polvo traslucido que los fije entre sí. Con eso tendrás para que te dure todo el día.
Paso 4:
Usa una base de un tono más bajo para cubrir las imperfecciones por completo; regularás tu tono con el polvo compacto y, claro, cubrirás el color de los correctores de manera sencilla.
Paso 5:
Ahora sí. Es momento de usar un polvo compacto de tu tono; mismo que distribuirás a lo largo de tu rostro sin frotar y con el fin de darle un tono más uniforme a tu piel.
En teoría, aplicar maquillaje es complicado, ya que es perjudicial para la piel; por esto mismo es muy recomendable que uses productos libres de aceite y que inviertas un poco más en ellos. Es tu piel y merece que la cuides.
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