Si te da pena ir a la playa, comprar esos tacones en la zapatería, asistir a una pijamada en casa de tu mejor amiga o incluso, tener intimidad sin calcetines, este articulo es para ti. Entendemos perfectamente que hay partes del cuerpo que nos desagradan, pero los pies son un caso aparte. Es decir, estos dividen opiniones en dos: están los que aman los pies y tienen un fetiche (o algo muy similar) y los que los odian con todo su ser.
Como tú. Sin embargo, a veces ese odio irracional se debe a que no te gusta la apariencia de tus pies, ya que no los cuidas como deberías o como te gustaría. Los dejas endurecer, que tengan callosidades, que las uñas crezcan disparejas, incluso, que tengan mal olor. Pero no todo está perdido. Aún puedes hacer algo por ellos ; de inicio, puedes hacerlos más suavecitos y, por ende, su aspecto y salud mejorará sobremanera. Sigue leyendo, esta rutina te servirá más de lo que crees:
1
Lava tus pies con agua tibia y sal de mar por 5 minutos. Si así lo deseas puedes poner unas gotas de esencia de lavanda para darle un poco más de efectividad.
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2
Exfolia tu piel con cremas especiales o, si te ayuda más, haz una mezcla de limón con azúcar y da masajes algo fuertes, pero sin lastimar tu piel.
3
Enjuaga con agua tibia o caliente y con una piedra pómez o una lima especial retira la cutícula que se va desprendiendo de tus pies. Hazlo sólo en los talones, pero si tienes callosidades en determinadas partes del pie o dedos, pasa la lima por esa zona –aunque no debes hacerlo muy fuerte–. Usa una lima gruesa de uñas, ya que es más amable con la piel.
4
Vuelve a enjuagar retirando el polvo (que es piel muerta) con las manos y seca perfectamente bien, incluso, en medio de los dedos para evitar humedad y hongos posteriores. Deja secar, pero no tanto para que la piel se mantenga suave.
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5
Aplica una crema suavizante de pies, pero procura que contenga aloe para refrescarte o lavanda para darle una textura más tersa a tu piel.
6
Ponte unas sandalias cómodas y limpias que refresquen tus pies y tómate tu cóctel favorito, una malteada o una copa de vino y goza de la suavidad de tus pies.
Repite esta rutina al menos una vez a la semana. Recuerda que puedes recortar tus uñas antes de que tus pies sequen por completo porque así la cutícula se habrá suavizado y podrás retirar mejor los sobrantes de la misma, la piel muerta y callosidades que te molesten. Si quieres, pinta tus uñas y consiéntete. Lo mereces y tus pies suaves también.
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