¿La mujer para quién se arregla? La primera respuesta es (muy machista, por cierto) para su pareja. Ella quiere lucir atractiva en una cita romántica, una reunión con su familia o simplemente cuando está con él. La situación se complica al llegar el matrimonio por aquella cuestión 24/7. Es decir, tiene que verse bien –o al menos decente– durante todo el día; desde las seis de la mañana hasta las 11 de la noche. ¿Qué le corresponde al hombre, un bruto en su aspecto físico? Por lo menos que cumpla en la cama. ¿Será cierto que siempre se cumple con este convenio social y/o artificial?
La historia siempre tiene casos extraordinarios que transgreden con la realidad aparente y nos deja con la boca abierta. Esta vez tampoco es la excepción, pues existió una mujer que podría ser la pionera de la alta costura y tenía como esposo a un hombre impotente. Ellos fueron María Antonieta y Luis XVI.
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Recordamos a esta pareja por su tremendo papel en la historia dado que fueron los padrastros de la Revolución Francesa. Su aporte no se compara con el de Voltaire, Rousseau o Montesquieu porque nunca les interesó el conocimiento, la verdad y la justicia. Al contrario, ellos eran los chicos malos del cuento debido a sus exacerbados caprichos reales que por poco mata de hambre a Francia. ¿Qué debemos rescatar del matrimonio? El gusto refinado de Maria Antonieta por la moda y la paradoja sobre el sexo marital.
Al principio dijimos que las mujeres se arreglan para sus parejas. Ellas lucen bellas mientras que el hombre se siente realizado y lleno de deseos sexuales. Con esta pareja real las cosas pasaron de manera opuesta. María Antonieta era la mujer más bella de todo el país pero a su esposo, el gran Luis XVI, no le funcionaba la maquinaria. Incluso se llegó a pensar que el rey era gay. A pesar del incumplimiento en la cama, la reina siguió con sus cuidados e incrementó el valor de su guardarropa con prendas de calidad y precios irrisorios.
Ella era una diva de la moda. Blanca, refinada, elegante y sofisticada. Era todo eso y más sin recibir siquiera una caricia nocturna. Si no había sexo, ¿para qué tantos cuidados y prendas valuadas en oro? La respuesta es sencilla, ella lucía radiante para sí misma. Se vestía de formas asombrosas porque seguía su gusto, su deseo de verse y sentirse bien, de portar prendas que la distinguían de los demás. No importó que Luis XVI fuera un hombre desahuciado. Podía hacer lo que quisiera con su pene mientras pagara los cuidados de una reina francesa. ¿Cuáles fueron esos cuidado y otras curiosidades de la reina del déficit francés? A continuación los diremos.
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1. En el siglo XVIII la moda aristócrata era usar pelucas color blanco. Para no usar una María Antonieta espolvoreaba su cabello con talco de manera regular. El tono blanquecino que obtuvo de manera natural fue perfecto para una reina.
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2. Llegó a ordenar más de 300 vestidos al año, además de zapatos brillantina y lápiz labial –recursos muy caros para la época–. Por desgracia este hábito (entre muchos otros de la realeza) causó el déficit económico de Francia.
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3. Al igual que muchas celebridades de hoy en día, María Antonieta tenía su propia fragancia y un peinado distintivo llamado pompadour, el cual era adornado con plumas, listones, flores y joyería.
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4. María Antonieta no seguía tendencias, las imponía. Ella fue de las primeras mujeres en desechar los enormes vestidos de crinolina de la realeza para usar “sencillas” piezas de muselina. Fue criticada, pero demostró que las reinas se podían vestir como quisieran y siempre lucir espléndidas.
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5. Su colección de ropa era tan grande que ocupó tres cuartos de Versalles como clóset.
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6. Sus exigencias eran extravagantes y absurdas. A la semana recibía 18 pares de guantes perfumados con violetas y cuatro pares de zapatos.
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7. Se podría decir que Maria Antonieta fue de las primeras mujeres que gozaron de ropa de diseñador. Ella fue una ferviente seguidora de Rose Bertin, una aclamada modista y sombrerera de clase baja. Antonieta la llevaba a su cuarto y le pedía consejos para su look en secreto, pues pedir ayuda de una plebeya era transgredir las reglas de etiqueta.
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8. María Antonieta tenía un código de vestimenta muy estricto para destacar: sólo podía usar sus vestidos una vez y tenía que cambiarse tres veces al día.
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9. Cada mañana era recibida con un enorme libro que incluía muestras de tela de cada uno de sus vestidos. La reina ponía un alfiler en la tela de los vestidos que quería usar aquel día, los cuales eran traídos en enormes canastas forradas en tafeta verde.
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10. Todas las noches dormía con guantes que tenían cera, agua de rosas y aceite de almendras.
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11. Antes de ponerse maquillaje limpiaba su piel con Eau Cosmetique de Pigeon, seguido del astringente Eau des Charmes y el blanqueador Eau d’Ange.
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12. Sólo aplicaba polvo perfumado en sus mejillas, lápiz kohl para delinear sus ojos y palitos de brillantina perfumados con rosas, claveles o vainilla para los labios.
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13. Le gustaba aplicar lunares de terciopelo en su cara, en la esquina de los labios para indicar que quería ser besada y en la frente para demostrar arrogancia.::
Nadie ha podido alcanzar o superar el estilo de María Antonieta. Ella fue la reina de la alta costura y la moda, aunque para lograrlo dejó moribunda a todas las personas de Francia. Como resultado el pueblo se cansó de pasar hambre y el movimiento revolucionario más importante de la historia. Por el derroche de dinero la reina se ganó el odio de todos y murió decapitada el 16 de octubre de 1793.