¿Recuerdas cuando dejaste atrás los corpiños y las camisetas de bebé para darle paso a tu primer brasier? Seguramente te sentías como Stitch con el sostén en la cabeza sin saber qué hacer con él.
Sabías que lo debías colocar en los pechos, puesto que esa era su función, pero también te ocasionaba muchos conflictos ya que no tenías idea de cómo elegirlo. Quizá sólo te importaba el color, el estampado, lo sexy o lo femenino que pudiera lucir… Justo como al experimento 626. Lo cierto es que lo sacabas de tu cajón y te lo colocabas torpemente —pero lo lograbas— y así salías con un sostén enorme y mal acomodado que se movía debajo de tu blusa mientras sufrías lento.
No obstante, pensaste que era temporal y que al crecer tendrías la prenda correcta sosteniendo sus senos; pero el destino se encargó de decirte a la cara que no.
Pero en realidad, es muy sencillo conocer la talla correcta, sólo necesitas una cinta métrica.
Si aun con ello no logras estar completamente segura de que usas el bra correcto, estas situaciones te ayudarán a entender mejor cuando tu sostén es el equivocado.
Si es más grande lo notarás así:
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¿Abrochas tu bra en el último gancho para ajustar mejor?
La talla es la equivocada. No hay duda. El lugar ideal para abrochar es el gancho que está en medio o el primero, el último es sólo para casos extremos, pero si tú lo haces con frecuencia, tal vez debas comprar tallas menores.
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¿Existe un espacio entre tu copa y tu piel?
Si es así es porque eliges la copa equivocada. Ésta debe abrazar el seno por completo —dependiendo su forma, claro—pero no debe haber un espacio entre la orilla de la copa y la piel. Si existe aire, es momento de renovar tu lencería.
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¿Se notan arrugas a través de tu blusa?
Es una señal muy clara de que necesitas un bra más pequeño, ya que las copas se deforman y el relleno, de igual manera, termina por arrugarse y hacerse flácido. Así que con el tiempo pierden la firmeza y se marca a través de la ropa ocasionando arrugas innecesarias.
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¿Necesitas ajustar los tirantes porque resbalan de tus hombros?
Incluso los tirantes deben estar “hechos a tu medida” ya que si son más grandes y los ajustas al tamaño más pequeño, el brasier pierde su forma. Si esto sucede incluso recorriendo todo el broche, no lo pienses más y cámbialo.
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¿Si te lo pones sin tirantes se resbala por tu cuerpo?
Eso quiere decir que la talla de la espalda es, evidentemente, mayor. Por lo que debes elegir una que se ajuste bien a tu espalda y libre de resortes muy apretados o muy flojos.
Si es más chiquito de lo que necesitas, estas son las señales:
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¿Los tirantes se marcan en tu hombros?
Si te dejan líneas rojas aun cuando están muy flojos es porque en verdad la talla que usas es mucho menor a la que deberías. Recuerda que el broche para ajustar debe quedar a la mitad, ni adelante ni atrás.
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¿El centro del bra no se ajusta a tu piel?
Los sostenes están diseñados para que aquello que une las copas se mantenga pegado al esternón, es decir, al hueso central de tu pecho. Sin embargo, si este no se pega y más bien queda volando, cambia inmediatamente de bra, es como no llevar nada.
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¿No puedes poner dos dedos debajo de la cinta?
Esa es la mejor forma de medir un bra: metiendo dos dedos en la espalda y no tener molestia. Si te aprieta o te lastima, es porque el sostén es demasiado pequeño. Esta medida permite que no te incomode, en especial si en algún momento subes de peso.
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¿Si levantas los brazos, el bra se sube contigo?
Si esto sucede, incluso aunque los levantes poco y tienes que bajarlo constantemente, no es tu talla y es necesario que encuentres el ideal.
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¿Sientes que el broche se sube por tu espalda con cualquier movimiento?
Entonces tienes que bajarlo insistentemente… Acéptalo, no es tu talla y necesitas uno más grande que no te incomode ni forme rollitos con la tela.
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Afortunadamente no eres Stitch y es mucho mejor aprenderte la talla correcta a estar jugando con prendas que jamás embonarán en tu cuerpo. Usar la talla incorrecta puede ser peor que llevarlo o no. Es incómodo, no te sientes a gusto y las personas te observan, tenlo por seguro, y aunque no hay nada de malo en tener un bra incómodo de vez en cuando, usarlos con frecuencia puede ser causa de tumoraciones y heridas en la piel.