¿Qué tienen en común Ryan Gosling, la II Guerra Mundial y las tiendas de fast fashion? Una prenda que significa rebeldía y pasión fashionista. Cuando vimos por primera vez el filme “Drive” (2011) de Nicolas Winding Refn y la silueta de Gosling se movía por la pantalla con una chaqueta en color crema, casi dorado, y un escorpión bordado en la espalda, supimos que algo sucedía en esa prenda; tan fuerte y tan atractivo que, no podíamos explicarlo, pero detenía nuestros corazones. Meses y años más tarde vimos a esta chaqueta circular en diferentes pasarelas y aterrizar en diversas tiendas; desde Gucci –que es quizá la edición más deseada de la famosa bomber– y Saint Laurent, hasta las versiones revisitadas por H&M y Zara, la euforia no se ha detenido. Sin embargo, la historia es aún más larga y compleja que un love at first sight en el séptimo arte.
Tales chaquetas se conocen como souvenir jackets o sukajan y tienen un origen muy específico, uno que involucra directamente a la ocupación norteamericana de Japón en los 40 y durante Vietnam en los 60. Además de una condición rebelde ante las obstinaciones de control. Todo se lo debemos –si es que se puede agradecer algo en épocas de conflicto– a un soldado que, tras el final del primer conflicto armado decidió volver a su país no sin antes tener un “souvenir” de su bélica estancia en tierra asiática. Fue entonces que se le ocurrió tomar su bomber y llevarla a uno de los sastres locales, para que éste bordara en su espalda una de las imágenes representativas de la región, mismas que adornaban a las prendas de los nativos.
Como resultado nació la llamada “chaqueta de recuerdo”, ya que el resto de sus compañeros, al ver tan enigmática y sofisticada pieza, solicitaron el mismo servicio y a América regresó un grupo de soldados con las espaldas repletas de águilas, dragones, peces koi, geishas y cerezos. Un dato que no debemos omitir es que estas chamarras muchas veces fueron confeccionadas con la seda sobrante de los paracaídas militares y por eso dos cosas: la característica textura de esta prenda y el nombre que recibió en japonés; sukajan, que según algunos intérpretes significa: sky dragon kumper.
Con el paso de los años, esta chaqueta y sus múltiples impresiones tanto en la sociedad japonesa como en la norteamericana, fue retomada por la juventud delictiva de Asia y los soldados que invadieron Vietnam. En este último caso, con la salvedad de que en su parte posterior ya no figuraban criaturas de la cultura milenaria, sino un mapa de la región con la leyenda “When I Die I’m Going to Heaven Because I’ve Served My Time in Hell” (Cuando muera iré al cielo porque he cumplido mi tiempo en el infierno).
Las cosas se salieron de control cuando el preppy look en Estados Unidos vio una de sus primeras caducidades, abriendo sus puertas de estilo, borrando a las famosas chaquetas americanas de su guardarropa y sustituyéndolas por la souvenir jacket. Acto que no fue del total agrado para el Japón de posguerra y que, en un acto simbólico de contra-occidentalismo y desafío estético, fue retomado por los jóvenes del país para convertirlo en prenda distintiva de los grupos criminales.
Allí nació el fetiche completo de la prenda como signo de desobediencia y estilo under. Presencia que por décadas no se le ha podido quitar y que, por seguro, jamás lo haremos; la souvenir jacket o sukajan es una chamarra que no importa la maison o casa diseñadora que le adopte, nunca dejará de transmitir esa fuerza conflictiva, oscura, violenta y misteriosa que siempre ha gozado. Quizá se vea muy linda en los escaparates de la boutique, un tanto inofensiva ante el ojo común, pero en su confección e historia, guarda una historia que inició con el terror y devino en contestación política.
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Fuentes
Vogue
Hypebeast