Resaltar de los demás. Ése debe ser tu principal propósito, no matter what. Existen diversos métodos para lograrlo; algunos provenientes de la psicología, otros de la filosofía best-seller y unos de la programación new age, que tanto está de moda, pero ningún medio tan efectivo como el de verdad alterar tu posicionamiento físico con respecto al resto. Ser mujer y mirar hacia abajo –o por lo menos sentir que tu pie se encuentra millas por arriba del suelo, que puedes aplastar lo que se te antoje al andar– es uno de los más grandes placeres y las terapias más firmes que el vestir puede proporcionarte.
Los tacones, y no cualquier modelo, son esa pieza clave para llegar a donde nadie más lo hace. Para sentir que después de tu cabeza, sólo está el cielo; y a veces ni eso. Para tal sentimiento nada como las mule; esas sandalias que nos dirigen exactamente hacia los 1400 o incluso antes, cuando en Asia era urgente también un distanciamiento del cuerpo, el suelo y quienes no podían respirar el mismo aire que tú. A lo largo del siglo XV, específicamente en Venecia, existieron unos zapatos conocidos como Chopines, cuyas suelas eran en sí grandes plataformas –por lo menos de 60 centímetros– y su propósito original era el de mantener tanto al calzado como el vestido de personas adineradas lejos del inmundo piso que habitaban los demás. Apartar sus finas telas del lodo y la mugre.
Las geishas y sus aprendices les usaban con el mismo cometido; es más, la idea de conseguir altura social o notoriedad a la vista fue también medula para su producción y popularización. Su auge y deterioro estuvo causado por ese concepto. Su desuso llegó en Francia cuando fueron prohibidos por la extrema recurrencia en las prostitutas y los múltiples accidentes que provocaban; tráfico, caídas, abortos, entre otros.
Sin embargo, el tiempo hizo lo propio. Los ajustes necesarios. Así fue como nacieron los mules, tras la prohibición francesa, su visibilidad readquirida en los 50 y su reaparición paulatina entre 1970 y finales de 1990. Hoy, con un revival imparable de la década pasada y sus excesos, la tendencia vuelve a arrojarnos estos diseños que, si bien sería peligroso llevarlos al colegio o a la oficina por su actitud desenfadada e informal, tenemos la opción de reapropiarnos de ellos durante el verano y especialmente en fines de semana.
Así que, de acuerdo al estilo que tengas –aunque este calzado va con casi todas las actitudes–, puedes considerar las siguientes tres variaciones para lograr salidas de sábado por la noche, desayunos inolvidables con tus amigas, pequeños viajes a la playa o cenas con un toque divertido y no exijan más que espíritu veraniego.
::
Heeled Mule
Perfecto para jeans (acampanados, sobre todo), vestidos, prendas oversized, maxifaldas y pitillos. Si te cuesta trabajo ser la informalidad andante, ésta es tu mejor opción para atender las exigencias de la moda.
Con un par de mules lo que transmites es un sentimiento vintage, una actitud desafiante que no necesariamente se relaciona con el desparpajo ni con la rebeldía.
–
Alpargatas
Minishorts, faldas en denim, vestidos rectos y bien estructurados, camisolas, un look de los 70 y abrigos son tus acompañantes para este zapato que seguramente recordamos por nuestras estrellas del pop durante nuestra adolescencia o niñez.
Las alpargatas emulan juventud y risas; si usualmente eres quien no renuncia al denim y las playera, aquí encontrarás refugio para esos días en que los sneakers no tienen cabida.
–
Block Heel
Desde una falda de verano hasta un pantalón flare, los pequeños tacones anchos te dan estabilidad y un poco más de sofisticación si es que las alpargatas o los mules te hacen sentir cargada.
Un punto medio entre el estilo desgarbado y la rigidez de una chica perfeccionista; si en el día a día usas botas o tenis casuales, si no le tienes miedo a las faldas y los accesorios femeninos pero no de calendario rigen tu guardarropa, incluso si prefieres al negro por encima de todo color, los block heels son tu opción segura.
**
Si todavía no te convences de lo que aquí te proponemos, te hace falta leer entonces sobre los tacones que nunca debes usar para tener un look cómodo y moderno, así como 8 consejos de moda para combinar tacones y jeans como una experta.
*